Ha sido un sábado de silencio. Entre labores de la casa, lectura, música y trabajo el día se ha consumido. Los días son cortos ya, y está a punto de anochecer. Hoy le tocaba echarle un vistazo al parqué, y pensé que estaba ya hecho un cisco auténtico. Puedo reconocer muchos de los rayones que tiene. Fui repasando algunas de sus huellas entrañables. Cada señal, un recuerdo asociado a alguien. Y sonrío. Sé que mi casa está gastada. Y sonrío aún más. Sé que además, le quedan unas cuantas horas de desgaste. Y al final, en este sencillo parqué quedará la huella de un inquieto e indescifrable mapa. Y cuando ya empiece a estar completo, cuando ya queden pocas cosas por ser huella, cuando ya no quede más espacio, pensaré que ha sido hermoso el tiempo de mi vida. Cada ráyón es la señal de las personas que llenaron mi mundo, la huella de los bailes que nos hemos gastado, de las carreras con las que nos hemos empujado, y del taconeo alborotado unas veces y pausado otras, del devenir de cada día. También, las cicatrices de una vida permanecerán ahí, en un trozo de parqué que se fue desgastando con pasos cansados, alegres, tristes, enamorados, desencontrados, solos, acompañados. Pasos sonoros y silenciosos. Mi casa: ese significado que hoy tiene olor a madera.
Un bello momento de relajamiento encuentro en tu blg.. Gracias por compartir tu espacio.
ResponderEliminarUn Abrazo
Saludos fraternos..
Feliz fin de semana..
A mí también me gustan las muescas en el revólver de la vida. Cada una, un recuerdo inolvidable.
ResponderEliminarUn beso
Ana. A ver si esta vez tengo más suerte. Se me ha ido el comentario ...a no sé donde y luego leo "error..."
ResponderEliminarDesde que te conozco pienso que eres un ser con una capacidad admirable para tirar del hilo de cosas que pasan desapercibidas al común de los mortales. Ese parqué, el desconchado de una pared, una silla que baila porque la pata está desencolada, una puerta que chirría, incluso los rincones desordenados... significan VIDA.
Hoy me has hecho pensar, leonesa. Gracias.
Un beso, anita.
Las rayas, el desgaste, las manchas, ... son señales de vida.
ResponderEliminarLas muescas de la madera... o las de la misma vida, no son sino experiencias pasadas. Significan lo que hemos vivido.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
El sábado próximo, mi familia y yo pisaremos tu parquet.
ResponderEliminarLo rayaremos con la aguja del tocadiscos y sonará alguna canción.
Sonidos de niñas.
Conversaciones de mayores.
Un vaso de agua que se caerá e inundará su superficie.
...
Es lo que más me gusta del bloggeo.
Romper la barrera de la red.
En una palabra.
DESBLOGGEAR.
...
En una frase:
Intentaremos viajar el viernes.
Jo, no puedo leer el texto. Me sale como si estuviera escrito en alfabeto cirílico o algo así. Hacía mucho que no me ocurría... Besos
ResponderEliminarA veces el mejor tiempo es el que pasamos en NUESTRO HOGAR a solas con nosotros mismos.
ResponderEliminaryo soy de esas...
Me vi reflejada.
un abrazo
Bella metáfora e inteligente apreciación. Huye de la casa cuyo suelo no tiene rastros de los que en ella vivieron. No debioeron hacerlo intensamente. Supongo que lo mismo se puede decir de la persona cuyo espíritu no tiene cicatrices.
ResponderEliminarBesos, amiga.
“Mi casa, ese significado que tiene olor a madera”.
ResponderEliminarPrecioso texto, Ana. Me gusta la idea de mirar sin desagrado las marcas que el tiempo va dejando en el hogar, no como signos de envejecimiento y deterioro, sino como símbolos de las vivencias acumuladas entre sus paredes. Tus palabras demuestran cómo la mirada puede transfigurar las cosas, descubriendo belleza en los objetos y lugares más cotidianos, allí donde menos se la busca. Me recuerdan al pensamiento de María Zambrano, en el que el tiempo no conduce al ser a su aniquilación, sino a su plenitud.
Un abrazo.
He logrado descifrar el texto, aun estando en cirílico. Precioso, evocador. Esos rayones del parqué son un poco como los que también llevamos en el alma; nos hacen más bellos.
ResponderEliminara diferencia de las cicatrices, esos rayones son recuerdos positivos de la vida, una especie de recordatorio de momentos agradables o al menos que evocan momentos agradables, lo bueno es que cambiarás el parqué pero esos momentos continuarán vivos en tu recuerdo y el de los tuyos.
ResponderEliminarUn abrazo
ves poesía en todo...
ResponderEliminarMe encantan las huellas de una casa vivida y me encanta tu forma de verlo.
...y yo que pensaba que esos hilos eran de costura, y son más de pesca ...Ana, Esta tarea de limpiar el parqué como te dije me recuerda a Mr.Proper ;) Y la verdad, es que últimamente no nos llevamos bien, yo soy más de los que cambian por completo el parqué o pinto las paredes, o las empapelo...supongo que lo hago porque tengo la intención de renovarme...y claro, es la trampa, por mucho que limpie, cambie o empapele...las muescas, las cicatrices de las narices quedan alli...ni que cambiara de casa, ni de coche, ni de yate...El habitante, el conductor, el patron es el mismo...
ResponderEliminarBuen cebo Ana, como siempre!
Pd.No se te habrá ocurrido invitarrr algún amigo bloggero a balilar con mi Broter Driver..eh? eh? eh? ¿o es que temes que aparezca con mis NUEVOS zapatos de Golf?...yo lo dejo caer, por si caes...
(flanting)!
CARAY CON QUE CORDURA, TUS ESCRITOS LO DICEN Y PREGONAN, EXPLICAS A TUS SEGUIDORES SOBRE UNOS RAYONES EN LA MADERA DEL SULE DE TU CASA, EA ES LA VERDERA HISTORIA Y LO DEMAS TONTERIAS
ResponderEliminarUN ABRAZO ANA
Muchas gracias a todos por estar al lado de mis palabras... sí, nos vamos desgastando, y en ese camino... encontramos amigos inolvidables que nos dejan el paquet hecho un desastre... jajajajaja.
ResponderEliminarHermoso parquet... y hermosa vida!!! Siento mucho no contestaros uno a uno... pero esta temporada la vida, está muyyyy llena!!!!!
Saludos!!!
Espero que hagas muchos más rayones en esa casa tuya y deseo de corazón que uno de ellos lo pueda hacer yo algún día. Un fuerte abrazo, ana la sabia.
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