Estaré por otras carreteras, en esas que me llevan a lo no vivido, y también sobre aquellas que me recuerdan lo que vivi. Estaré quizá perdida, pero no desencontrada. Estaré al lado de las personas que fueron y son el mundo. Conquistaré de nuevo el norte y el sur de mi alma. Quedarán muchas cosas por escribir, otras tantas por leer, otras muchas encerradas en la carpeta de proyectos futuribles. Habrá entradas de blog que no serán jamás escritas. Se quedarán sin ser narrados todos esos sentimientos encontrados y desencontrados con que la vida nos deleita y nos sorprende. También quedarán en silencio, esos sentimientos de dolor; aunque esto en menor medida, pues casi nunca se muestran prestos a ser compartidos. El dolor es siempre pudoroso en mi palabra.
Se quedarán muchas cosas en el tintero mientras me adentro más y más en las carreteras de mi vida. En esas que ocupan mi tiempo de manera saltarina, coloreada y al ritmo del verano. Dejarse llevar por una tarde de sol y agua. Por una parada en cualquier terraza con la clarita en una mano y en la otra el tacto de la amistad. No habrá palabras, no sé si algo será dicho o si todo quedará silenciado; sólo sé que estaré conduciendo todo el verano. No estaré por aquí.
Hoy, demasiadas cosas habitan en la carretera, y bien sé que son efímeras, que no son eternas, y que un día desaparecerán. Estoy en la carretera. En ella habitaré hasta que llegue la mismísima presencia del desaliento, hasta entonces, estaré en esa carretera que me lleva a la presencia de la gente que yo quiero. Son tantas las carreteras de una vida. Estaré todo el verano conduciendo. No sé si habrá ratillo para hacer una parada. Si no fuera posible, os dejo desde hoy mi afecto, lo teneis de lleno, porque muchos de vosotros habeis conquistado mi corazón sin más. Sois tan reales como lo es diminuta aquí al lado mientras dibuja y escucha la radio. Como lo es el sonido de los abuelos mientras juegan a las cartas. Como lo es la intensidad con que el sol brilla y calienta este final de junio. Sé que sereis siempre recibidos con alegría donde yo habite; en cualquier escenario que acoja mi presencia podreis habitar. Mira que sois adictivos. Hasta pronto.
* NoSurrender y Sese; comienza la función. Voy por las cervezas.
Siempre andamos conduciéndonos. A veces se nos hace lastimoso el viaje y sentimos la necesidad de parar a llamar a los que extrañamos. Otras, guardamos en la guantera los recuerdos para contarnos a la vuelta. Espero que tu equipaje lleve algo que te recuerde a nosotros. Un abrazo grande
ResponderEliminar...amigos de las carreteras, haré todo lo posible por encontrar mis origenes y daré con alguno de vosotros ... os pillaré :))))))
ResponderEliminar¡ Viva la madre que me matriculó !
Sospecho que el segundo comentario ha salido de alguna olla a presión;-)
ResponderEliminarParece mentira, Ana. Otro verano... Qué deprisa ha pasado este curso. Como si en lugar de caminar hubiéramos hecho footing. No me extraña que quieras viajar por esas carreteras que ni un ingeniero de caminos ha soñado diseñar. Algunos podrán pensar: está quieta. Sin embargo, ¡cuántos quilómetros recorrerás en silencio!
"A mis soledades voy.
De mi soledades vengo,
Porque para andar conmigo
Me bastan mis pensamientos.
¡No sé qué, tiene la aldea
Donde vivo y donde muero,
Que con venir de mí mismo
No puedo venir más lejos!
(...)"(Lope de Vega)
En este enlace lo puedes leer entero: http://www.camagueycuba.org/cienpoesias/41.html
No te has ido y ya te echo de menos.
Un beso, Ana. Disfruta, descansa... si bebes no conduzcas;-)... Te mando un beso gordo y un poco de brisa mediterránea.
Sunseta, (con permiso Ana)...yo ya me imagino a mi hermano comentando:
ResponderEliminarLa vida es una explosión de moléculas, cantan los cojinetes, cantan las bujías.
El hervor del gasoil de mi camión canta con ellas, hectano a hectano, como el chico de la bombona de butano.
............
Si tienes una pregunta imposible,
si no sabes donde te ha de llevar este verano las carreteras.
...
Donde el asfalto se convierte en el pergamino donde el conductor derrapa con las palabras.
...
Súbete a mi camión, oirás el baile de los pistones, amortiguado con las chispas de las bujías, es como crujir de viento que golpea al alma. Galopando, como los cavallos de mi motor,
Suavemente, acariciando el cártel abrazando el cigueñal
como esa canción. Dejando que el asfalto de esas carreteras, se conviertan en piedras del camino, piedras de esa vía.
La Via Augusta. Tarraco.
Atenta la mente.
Driver.
............
Perdona Ana, ya oigo a mi hermano como me hace crujir los huesos.
PD. NoSourrender y Sesé (también con permiso Ana)...no quedan cervezas (alguna lata sin alchol) ... mi hermano y yo las hemos acabado.La cerveza es nuestra sangre. Sangre de Hermanos. ¿os va bien unos gin-tonics? -tenemos bastantes-
MATEMATICA DIVINA
ResponderEliminarSólo soy un simple camionero.
Entregar una carga de baterías en Hungría es trabajo.
Es aburrido.
....
Y allí estaban ellas.
Volaban las luciérnagas libres en el valle de un río.
No puedo nombrar ni el valle ni el río; sus nombres tenían más consonantes que vocales.
Soy incapaz de acordarme.
Lo que sí recuerdo es el espectáculo.15.000 luciérnagas brillando tres horas después de la puesta del sol.
Ninguna tropezaba con ninguna.
Su brillo se encendía y se atenuaba, siguiendo una cadencia matemática mágica.
Allí estaba yo, en medio de un valle lleno de consonantes, rodeado de luciérnagas que no se tropezaban, ténuemente iluminado, observando su reflejo en las aguas de un río, que a su vez estaba repleto de consonantes.
Dios escribe el mundo a través de conceptos matemáticos.
Nosotros percibimos lo que vemos.
Comprendemos lo que sentimos.
Amamos lo que vivimos.
Somos simples camioneros, conduciendo un 16 toneladas en una carretera perdida.
Y lo que vemos, lejano e inasible, es bello.
Rotundamente bello.
Atentamente. Driver auténtico.
(No se conforme con imitadores tomateros)
Buen verano, Ana.
.
.
Buen viaje, disfruta la carretera y si pasas cerca de mi curva, toca el claxon, y te prepararé una fiesta.
ResponderEliminarUn besico, ana, buen verano.
Espero que ese viaje a través de la carretera del Trueno te lleve a la tierra prometida.
ResponderEliminarUn viaje por carretera siempre es una huida, espero que sea hacia adelante, dejar atrás muchas cosas para encontrar otras mejores.
No olvides comprar unos zapatos.
Y con cervezas y buena música se puede ir hasta el fin del mundo, un plan perfecto.
Buen viaje y, espero, hasta pronto.
Un abrazo (¿me creerás si te digo que estos días he escuchado innumerables veces este Drive all night?)
¡Como que se han acabado las cervezas! No, aquí, en la despensa, hay más.
ResponderEliminarL-5805-A (era otra, pero eso ahora no tiene importancia), LOS ORÍGENES... esos que se rozan nada más tocar con mis dedos tu chapa. Aunque sólo con ver tu imponente presencia, todo vuelve a ser. Vivir es ver volver, a veces.
Brothers, se acabó la cerveza para ustedes hasta que lleguen todos... que son incorregibles ustedes. ;)
Mariapi y Ana, vamos a poner un poco de orden... voy por la música.
Sesé, ¿por dónde íbamos?... ah, THUNDER ROAD. Sigamos, sigamos conduciendo toda la noche al calor de las cervezas, la compañía y la música.
Toda carretera es un misterio, las más excitantes, esas que no sabes muy bien a qué lugar te van a llevar, qué amores te traerán o que derrotas te enseñaran a saltar. Las más risueñas, esas que te descubren lo que nunca has dejado de ser. Y las más necesarias; esas que en cada parada tienen la presencia de un amigo, esas sombras gigantes que siempre nos acompañan.
"Llueve y está mojada la carretera
ResponderEliminar¡qué largo es el camino! ¡qué larga espera!
kilómetros pasando pensando en ella
¡qué noche! ¡qué silencio! si ella supiera
que estoy corriendo
pensando en ella"
Disfruta, tira del hilo y cuéntanoslo cuando aparques, besos, también a diminuta!
un sendero es un camino
ResponderEliminaruna vida un sentido
no hay vida sin sendero
ni camino sin sentido.
Ana. aparca el coche y camina. buen verano. Noemi
Feliz viaje, amiga. No importa la carretera que escojas, espero que el camino se haga placentero y te lleve a buen destino. Besos.
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