Autor: Jose Julio Perlado.
Editorial Funambulista."Salió aquel niño del ayer amarillo con la caja de su infancia en la mano, anduvo y anduvo, y fue entrando poco a poco en el hoy, para siempre, mezclándose con la multitud".
_ ... y sabiendo perfectamente quién era._ Me digo.
Esta novela es una historia de miradas, de ojos que son espejo, del encuentro entre el que mira y se encuentra. Abuelo y nieto son profundidad emoción y admiración. En cada una de sus pequeñas historias fantásticas se narra la vida. Esa vida que nos empuja, que nos asusta, pero que fundamentalmente nos apasiona. El abuelo tiene un mundo interior excepcional que sólo consigue ser narrado ante la mirada y presencia de su nieto A su vez, es en esos ojos del abuelo donde el niño encontrará el motivo para asomarse al mundo, en los que encontrará el espejo en el que un día, ya adulto, irá a mirarse.
Esta narración es, fundamentalmente, una novela de encuentro y permanencia, de pasado que sustenta el futuro.
Esta narración es, fundamentalmente, una novela de encuentro y permanencia, de pasado que sustenta el futuro.
En ella descubres la espiral que el reconocimiento de la mirada es. Ojos que se encuentran, que se buscan, que se habitan y se guardan para siempre en la mejor estancia de la memoria. Miradas que se enlazan, intensamente. Abuelo y nieto son presencia; son un juego de espejos. Entonces recuerdas que todos habitamos el regalo de los ojos que un día nos precedieron, que estarán siempre a partir de ese día en que les sorprendimos mirándonos y nos rozaron, que sorprendidos nos admiraron. Entonces sabes que sin un espejo así, nada de lo que te encuentres podrá ser verdaderamente contemplado, que no será de verdad. Darnius es ese abuelo universal, ese que mira, se admira, se reencuentra y sonríe pausado ante los ojos de su nieto.
Te dejas entonces acariciar por esa hermosa certeza; la de que nada se pierde, pues nada que ha sido mirado con vehemencia puede llegar a ser olvido. Lo que se contempla, se guarda en ese espejo que será siempre la persistencia de la memoria. Memoria es en lo que se convierte esa intensa mirada entre abuelo y nieto. Novela imaginativa, intensa, equilibrada, de palabra cálida y ligera. Entrañable. Párrafo a párrafo sobrevuela la ternura. Sonríe la presencia.Paseamos por anécdotas que nos dejan el esbozo de la risa, la caricia de la ternura, y la liviandad de las pequeñas historias que aunque sin desenlace, dejan un poso de serenidad. Algo eterno late detrás de ellas. Y aunque no sabes muy bien de dónde sale ese eco eterno, sabes que está.
Esta historia es un juego de espejos. Es la mirada del hombre cuando se busca a sí mismo. En ella está el hombre cuando sabe, certeramente, que sólo podrá conocerse si se mira en el espejo que es el otro, si permanece olvidado de sí mismo.
Pienso que todos habitamos el regalo de unos ojos; los ojos que un día nos precedieron. En nosotros permanecen esos que antaño lentamente nos miraron, nos aprehendieron; que sorprendidos nos admiraron. En nuestros ojos permanece siempre un regalo, eso inmortal que somos, eso desde lo que hoy nosotros también miramos. Sin un espejo así, nada podrá ser verdaderamente contemplado. Y pienso que esta es una historia de esas, de esas que son espejo. En ella late el eco de la eternidad; ese anhelo que habita en nuestra mirada para no morir del todo. Y la certeza de que ese espacio de eternidad se sostiene en el juego de los ojos que siendo espejo, recogen la medida de lo que yo soy.
José Julio nos deja una historia de espejos sostenida por la imaginación y la fantasia muda de quien sin escribir una palabra, habita en un mundo narrado.
Pues para variar no conozco de nada al autor que propones, trataré de solucionarlo, aunque no veo que en la biblioteca tengan nada de este autor. En cualquier caso obras de senectud como La hoja roja de Delibes me dejan un sabor agridulce tras su lectura, aunque no sé si éste es el caso.
ResponderEliminarBesos
Muy agradecido a tan emotivo comentario, a tan gran lectora plena de sensibilidad. El abuelo de este niño contempla que alguien sabe contemplar la naturaleza y la infancia por los caminos de la vida, los libros que intentan abrirse al misterio de la existencia y al amor por la sorpresa y el asombro.
ResponderEliminarSiempre agradecido.
JJP.
Sese, el tono de la obra es entrañable, alegre, imposible ese sabor agridulce. A mi me ha encantado. Un abrazo.
ResponderEliminarJJP, muchísimas gracias por la palabra de ese abuelo universal. Es un honor que usted comente en la entrada. Saludos.