Hoy han saltado a la pista todos esos hilos invisibles que unen nuestra mirada; hilos insondables que sostienen la libertad. Hilos que no se quedan en nuestros ojos, sino que se extienden hacia las personas que han hecho posible nuestro camino. El amor a veces es así de irreconocible. Sólo quienes lo han rozado pueden sentir su presencia. Sólo quienes han transitado la libertad, saben que amar era esto. Que a veces la forma no es tal como nos la habían contado.
Brindo por el efecto Gilmore; por su circunstancia y cada una de sus consecuencias. Tú entiendes, y quien más nos importa, también. Sabemos que estamos, que somos, que la libertad está detrás de cada uno de nuestros pasos, y que nada puede romper aquello que nos une desde el infinito. También sé que es muy difícil que nadie entienda. Sólo quien ha estado, lo sabe. Quien lo ha vivido. Y tú y yo, estamos. Sabemos. Vivimos. Llevamos en el alma las alas de la libertad. ¿Habrá alguna vez algo más grande que esa mirada elevada con la que ama la libertad?
Ana... No sabes cuánto envidio esa relación íntima que tienes con la Ana que te precede y con la que hereda tu nombre y tu mirada. Nunca la podré tener, porque ya nunca la he tenido. La soledad con la que he tenido que afrontar los peores momentos de mi vida ha sido la que me ha llevado a no querer compartir los momentos más felices. Ojalá tu hija quiera que la acompañes hasta el infinito, ojalá seas el eslabón de la cadena que sujeta con firmeza ambos extremos.
ResponderEliminarUn beso de corazón.
Pesoleta, ninguna vida es envidiable. Nunca lo olvides. Todas tienen altos y bajos. Muy altos y muy bajos. Mediocridades. Rutinas. Grandezas. Y mirada.
ResponderEliminarY luego uno, con todo ello, va viviendo. ;)
Es bueno tener lazos tan intensos en la vida. Y si estos forman bonitas lazadas, mejor aun.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo cierto es que son necesarios... nos mantienen con los pies en la tierra. Un abrazo Montse.
ResponderEliminarHay cosas irrompibles, claro que sí. Los lazos que nos unen a los que amamos a veces deben ser flexibles, como las correas de los perros. Y parece que se alejan, pero siempre quedan unidos.
ResponderEliminarEs una larga carretera y una fina línea blanca / la que conecta tu corazón con el mío / corremos ahora pero pararemos a tiempo / para enfrentarnos a los lazos que nos unen / los lazos que nos unen / no puedes romper los lazos que nos unen / no puedes renegar de los lazos que nos unen.
https://www.youtube.com/watch?v=JPSwHysBZvU
Besos!
¡Lagarto! Siempre tocando la fibra exacta. Esa canción... tiene un escenario complejo. Mil gracias, como siempre. Por todo, y especialmente por Bruce.
ResponderEliminar:))))