REFLEJOS, ESPEJOS Y PERSONAS.

"Las contradictorias figuras que los demás reflejan de uno mismo, al darnos idea de nuestra multiplicidad, nos desalientan en el empeño de adobar una imagen única, servible para todos, y lloramos sobre los miles desconcertantes fragmentos de nuestra imagen rota. Pero, sin embargo, de abandonar el vano empeño de pegarlos una y otra vez, no se deriva ningún fracaso, sino por el contrario, la más generosa victoria a que un adulto puede aspirar; la de echar estos fragmentos al río, y aprender a vivir sin la guía de la imagen que con ellos se quería componer." Carmen Martín Gaite. Ritmo Lento.




Me gusta la valentía que toda transformación es, me gustan las mil caras del reflejo que tiene el ser humano; ese ser consciente de su evolución que no trata de enseñarnos un traje que las más de las veces o le queda grande o parece estar metido a presión. La suma de lo  que somos siempre es invisible. La verdad es ese traje impecable que permanece oculto y que de mostrarse por un instante, podría parecer asimétrico.

La libertad tiene mucho de eso; de idas y vueltas, de muchas dudas y pocas certezas, de cosidos y puntadas desviados, de asimetría y espontaneidad, de incoherencia y razón. El hombre es ese puzzle que hace de todas sus piezas algo mucho más grande que el propio puzzle, por mucho que esas piezas en ocasiones sean imposibles de casar. 

Me  atraen las personas que no sienten vergüenza de su reflejo, que no las recompononen, que se admiten tal cual han sido, y que a pesar del pudor sobre su vida, no están dispuestas a esconderla. La libertad es valiente. Son personas que no se esconden de su tiempo, de los escenarios en los que eligieron vivir, de los tropezones que dieron. Esas personas que no reinventan ante los demás el puzzle que late en ellos, que aunque incoherente, es su verdad más verdad.

La impostura puede ser una actitud del hombre, esa que no admite el pasado, y que por contra, está dispuesta a enterrar parte de su vida al olvido de los demás. Ahora que olvidar, el impostor bien sabe que no puede, simplemente se esconde. La impostura tiene mucho escondite, de cadena, de de falta de libertad; es ante todo la invención de un personaje. Vive siempre en el convencimiento de que el traje que muestra a los demás es impecable, pero corta como es, no se da cuenta de la rotundidad que los demás ven; un traje enorme, arrugado y a trazos descosido. Con su verdad inventada, se quieren muy mal a sí misma la impostura.

Yo, más que coherencia, quiero ser verdad, por muy asimétrico que me quede el traje. Y me reafirmo en cada uno de los reflejos que mi presencia es, aunque no casen. Incoherente como soy, admito el va y ven de mi existencia, porque ante todo, soy esa verdad que está en cada uno de los reflejos que veis en mi. La libertad quizá sea también esto; tener las narices de admitirse y poder querernos un poco más tal cual somos. 

A  tí, a tí tamtién te quiero libre, a pesar de tus incoherencias me gusta el traje que eres. Y ojalá, ojalá nunca cambies.

5 comentarios:

  1. Enorme.
    Amarse así, siendo consciente de todas las partes, o de algunas, o de varias o muchas. No renegar del trozo de la esquina, o del que ahora ocupa el costado izquierdo. Un ser que es más grande que la suma de todos los entes que sumamos.
    Somos. Soy. Nunca podremos vernos en nuestra total magnitud, pero sabemos que existe. Esa es la magia.

    Me encantó. Mucho muchísimo.

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  2. Esos puzzles inconexos acostumbran a tener el rostro de personas sinceras. No conozco a nadie cuya vida no tenga algún borrón... por más que insistan en esconderse tras brillantes fachadas. Un beso

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  3. Estoy fabricado de muchos rotos y cosidos, soy como el espejo que cuando me mira se rompe en mil pedazos, pero soy yo y no me cambiaría por otros entes porque son universos distintos y lejanos del mío, y no vivo para que me vivan... vivo para vivir.

    Besos en un sólo pedazo

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  4. Ayer te leí, hoy otra vez y posiblemente mañana también...cualquier comentario que haga me parece insuficiente.
    Tus palabras: un traje hecho a medida por el mejor sastre!
    Gracias, besos

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  5. De asimetrías sé yo un rato, pero como soy minimalista, voy, pese a todo a la moda, y cuando luzco vestimenta agujereada tampoco desentono mucho. Esos "atrezzos" perfectos me aburren; de hecho, apenas me fijo en ellos, no logro que me estimulen.

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