León huele a pueblo, sí, y mi infancia también. Gracias Irma, porque siempre que me asomo a tu ventana encuentro algo que sale al camino y que me retumba; que me devuelve el recuerdo. Las raíces siempre están, por mucho que nos alejemos del lugar de nuestra infancia, y ocurre que cuando las vuelves a intuir en el paisaje, te retumba de nuevo todo. Todito todo. Ser hija de la tierra en un privilegio. Siempre existirá en tí ese algo que por mucho que creas olvidado, te retumbará en el alma cuando te encuetras frente a esos peces de ciudad. Frente a los pijos de ciudad que tú nombras. Qué ausencia tan enorme es carecer de pueblo, la verdad. Gracias por el recuerdo.
Yo vivo en un pueblo, de Lérida. Aquí los pueblos no se mueren, pero los jovenes huyen de la dureza de las labores del campo. En cada generación se pierden familias enteras de agricultores, payeses, les llamamos aquí. Se va a perder mucho.
ResponderEliminarGracias por las imágenes, por los olores.
Y yo en un pueblo de Almería.
ResponderEliminarLeón??
Tengo amigos bloggeros por allí.
Un abrazo
Soy de pueblo aunque ahora vivo en una enorme ciudad... somos la infancia, y la mia está en un pueblo muy pequeño de Aragón, sigue siendo mi pueblo.
ResponderEliminarGracias, Ana.
Soy pija de ciudad ;). Espero jubilarme en un pueblo.
ResponderEliminarBesos de asfalto... de momento.
Martitaaaa... jajajajaja, eres una "peza" de ciudad!!!!!
ResponderEliminarNo te preocupes, todas las anteriores comentaristas tendremos el gusto de dejarte nuestro pueblo... jajajajajaja.
Un abrazo, gracias por vuestros comentarios.
¡Que post más guapo! gracias Ana por compartirlo.
ResponderEliminarBesines utópicos, Irma.-
Bollullos de la Mitación, para más inri La Juliana... vivo entre pinos, olivos y especialmente, muchos bichos... en mi pueblo serán bienvenidos. Nací y crecí en ciudades enormes y era feliz cuando iba en los veranos con los abuelos al campo. Hoy solamente quiero estar en el campo y voy a la ciudad cuando hay algo que no necesito cerca o ando en busca de algo de marcha, pero el resto del tiempo, es aquí donde soy feliz. Besos bollullences, uff el nombre del pueblo es terrible :)))
ResponderEliminarHola Irma... ese "guapo" utilizado para las cosas es de lo más cercano... jajajajaja. Reconozco que cuando te leo, me leo muchas veces, aunque yo lo tenga ya un poco perdido. Un abrazo muy fuerte. Y gracias por esos "youtubes" de mi infancia. ;)
ResponderEliminarLisset... los pueblos tienen otro ritmo. Yo reconozco que a estas alturas de la vida, soy mitad y mitad. Una temporada urbanita y otra rural. Pero estas imágenes de Irma me devolvieron a mi infancia totalmente; esa sí que fue de pueblo, pueblo, pueblo... de esos pueblos que se ven con tanta luz. Un abrazo Lisset. Muaks.
Yo, Anita, mal que me pese, soy de asfalto. Aunque vivo a cinco minutos de la ciudad y puedo tocar un pino desde la terraza... Desde que me casé ansío vivir en un pueblo. A este paso, como mucho, igual me encuentran un hueco en el cementerio de un bello pueblecito marítimo.
ResponderEliminarEstás muy leonesa, amiga leonesa... Me alegro. Un beso
Sunsi, ¿sí?, ¿se me nota la vena "cazurra"?... jajajajaja.
ResponderEliminarJamíademivida!!!!!... espero que disfrutes de pueblo mucho antes que del eterno descanso, mira que te has puesto tremendista... jajaja.
Te dejo mi pueblo!!!!
(... un rato ¿eh?, pero un rato gordo, eso sí... todo lo gordo que quieras)
Jamía. Se te nota y yo que me alegro. Gracias por ofrecerme un trocito de tu pueblín.
ResponderEliminarMUACS
Yo soy de ciudad y no tengo pueblo... aunque mis padres sí lo son. Por no tener pueblo no creo que se me pueda llamar «pija de ciudad», la verdad. Menos aún siendo y sintiéndome vallecana hasta la médula. Supongo que cada uno ama lo que ha conocido... Ahora vivo en un pueblo y me gusta pero sin irme muy lejos de una ciudad. Campo, campo y sólo campo... yo, no puedo. Para gustos, los colores!
ResponderEliminarBesos miles
Lola, por supuesto que no todos los peces de ciudad... son pijos de ciudad. :)
ResponderEliminarMi intendión no fue escribirlo para que se entendiera al pie de la letra. Como tú bien dices, uno ama lo conocido... y lo que me ha ocurrido es que el paisaje de la infancia ma ha trastornado un poco, me sucede cuando rememoro mi pueblo, cuando he visto esas imágenes que Irma ha colgado en youtube.
Mi infancia es de adobe... quizá por ello soy así de brutina, ainssss. Y veo el adobe y se me pone esta boina infinita en la cabeza, limitada y todita de mi pueblo... pero sólo ha sido un lapsus.
Te pido perdón si te ofendí con mi infancia recordada. Es cierto que mi pueblo sigue siendo un lugar de recogida, en él me aíslo del mundo. Pero a día de hoy, el mundo me gusta demasiado, y necesitaría siempre el regreso, la inmersión en la ciudad, volver a dejarme arrastras cual peza de ciudad.
Un abrazo muy fuerte.
No, Ana, no me has ofendido... nunca me ofenderías porque sé con qué sentido dices tus palabras. Sólo que me ha chocado la expresión que quizá, es evidente, no supe captar en este fragmento. Tú no me ofendes, no con estos textos, no con esta sensibilidad... Yo soy de ciudad, cierto, pero ciudad pequeña, de ciudad acogedora, como es en la que trabajo y en la que me muevo... Mi madre también lleva esa boina que dices que llevas tú. Lleva 60 años lejos de su pueblo de la Mancha y aún parece que fue ayer cuando cogió el tren que le dejó en Atocha.
ResponderEliminarBesos miles, guapa ;)))))))))))