ESPERANDO EL SOL.

Esta temporada me está regalando días muy, pero que muy apretadillos. Ahí estoy, manteniendo firme el tipo y pidiéndole al cielo que los míos me perdonen mi espíritu cascarrabias, que tiene a bien no rendirse y asomarse en los momentos de cansancio. Mira que soy bocas. Y pienso, menos mal, menos mal que estos me quieren, porque con razón me podrían enviar a la mismísima.

Qué agotamiento, ay. Y me lo digo todo el santo día; que esto no es lo mío. Que prefiero mil veces pasarme todo el santo día en el trabajo (sí, sí, señores, las señoras también preferimos estar todo el santo día trabajando duramente, pero no lo tenemos tan fácil, ustedes no nos lo ponen fácil, no, no, no, nonononó). Y hoy, después de correr por la mañana, tocaba correr por la tarde. Así se me puso la cara; larga y constreñida. Y diminuta en un suspiro, aguantando el reprís de su señora madre. Y los abuelos, observando la jugada con su infinita paciencia. Que no. Que no me gusta ir a la compra (y hoy no quedaba más remedio), que no me gusta hacer limpieza semanal (tampoco quedaba más remedio) que no me gusta tender la lavadora (impepinable, en estos momentos espero a que termine una) y... bueno, todo eso, y todo lo demás. Luego el trabajo, mi empresa tiene a bien, y como muestra de afecto a sus clientes, no cerrar los fines de semana. Tampoco cierra por las noches. Total, que en estos minutos, en los que me han pasado por encima las horas del trabajo y las horas de la casa, estoy agotada. Minutos ya de cansancio, también de silencio; toda la casa está muda. Y es ahora cuando me doy cuenta de lo rendidita que estoy, y me digo a mí misma que algo lo estoy haciendo mal, así que tengo que empezar a regestionar la agenda, colocarla mejor. En fin. Si ha esto añadimos que ha estado todo el santo día lloviendo... ¿cuándo tendrá a bien llegar?

Pero la vida es gratificante, porque en lo mejor de este día, cuando ya se ha acabado, oye, qué sera lo que tiene la música, que me siento de nuevo joven.  Qué sera lo que transmite The Boss, porque ha sido pinchar en el youtube, y no he podido evitar bailar así, como en silencio y descalza, en esta pequeña sala del ordenador. Y he empezado a sonreír, y me he dicho que por fin, ya es primavera. Aunque nadie más que yo se lo haya notado. La sigo oescuchando de fondo, y sé que mañana, mañana me va a salir mejor, aunque duerma una hora menos. Porque voy a preparar de mañana a los que ahora duermen, y que tuvieron a bien aguantarme todo el santo día refunfuñando, un desayuno de toma pan y moja.

Sí, mañana vamos a desayunar chocolate espeso. Dejaré mi mente ligera, prepararé el desayuno, y me acercaré al kiosko del otro lado de la calle a por el periódico y seguro que por alguna vitualla más. Y aunque también trabaje, me quedará ya para todo el día el sabor que tienen siempre los domingos por la mañana. Y será así, aunque me tenga que seguir sentando a esperar al sol, que mira que está tímido por aquí...


9 comentarios:

  1. Ana, me identifico con tus confidencias a estas horas de la noche. Tambien yo me encuentro mas cansada...eso si, yo saboreo mi estrenada jubilación y no trabajo mucho la verdad.
    Todos los años por esta epóca primaveral, noto con intensidad eso que llaman astenia primaveral.
    Tambien hay dias que mi humor no está demasiado agradable, si Laika y Leti, pudieran hablar...jejeje
    Pero bueno, tambien de repente me sorprendo a mi misma bailando los compases de una canción que se escucha por los rincones de la casa.
    Yo creo Ana, que es una manera de sentirse viva, de no dar tregua al cansancio y la rutina, para seguir amando.
    Mil besos para ti y la diminuta

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  2. Ya es mañana. ¿Ha quedado chocolate? Si no, me vale un café con leche y ese periódico. Bah, deja el periódico traerá lo de siempre, malas noticias.
    Besos a los abuelos, me acuerdo de ellos. Y para vosotras.

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  3. la música es uno de los pocos lenguajes sin palabas que es capaz de pararnos en nuestros quehaceres, para decirnos qué es lo importante en la vida... Todos dejamos de hacer lo que sea cuando oimos esa música...será porque lo que hacemos no es vital... y si nosotros mismos y nuestros descansos.

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  4. Hay días y días, y momentos y momentos.
    Quedémonos con los buenos y olvidemos pronto los malos.
    Yo odio limpiar el polvoooooo
    ;)
    Besos

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  5. Leonesa dixit. Anita, guapa... Hay rachas, ¿verdad? Y el cansancio hace mella. Es inevitable. Y como el reloj no se para y la vida no te concede tregua... Me alegro de que hayas encontrado un ratito para despejarte tú sola.

    A estas horas no tengo todavía seco el uniforme de la menor... Como me dejé las pilas en el armario, pues toma noche de domingo. Por vaga...

    Besos, guapa. Voy a escuchar a The Boss. Igual me estimula también a mí.

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  6. Me gusta estar atareado pero no agobiado, tener el tiempo ocupado pero con cosas que no me disgusten. Pero claro no se puede tener todo y en ocasiones todo se hace una montaña, menos mal que siempre está esa canción que no esperas oír y que la radio, o en este caso tu blog, nos regala y nos alegran el día. Y es que es una canción que irradia buen rollo.

    Saludos (y si te fijas me veras entre el público, bueno no me verás pero al menos sé que estoy allí, en un vídeo oficial de Bruce, ¿ves?, ya me has alegrado el día)

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  7. ...sabes Ana?, y lo sabes, eso de tu espíritu cascarrabias, es por que lo dices, porque leyéndote ...al final siempre llega el sol.

    Un abrazo!

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  8. ... mañana, sí, espero que salga el sol. Yo aún estoy en un túnel esperando ver la luz al otro lado. Pero no llega, no llega, no. :[ Besos miles.

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  9. Un abrazo, tengo todo esto tan atrasado... qué corta es la vida y cuántas palabras se nos quedan pendientes...

    ... gracias por estar.

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