"... un sueño que unifica a la par los datos dispersos y confusos de la realidad exterior y la vida del sujeto humano, que es sujeto de padecer y de hacer; de sentir y actuar; y entonces pensamiento y sentir están unificados y surge la voluntad pura, verdadera, es decir, la libertad."
María Zambrano.
Es curioso observar que cuando soñamos con algo, con alguien, con algunas circunstancias o limitaciones, en ese momento del sueño, nuestro subconsciente nos están dando pistas sobre qué es lo que verdaderamente nos preocupa. Sea importante o no, eso a nosotros nos está afectando, a veces, sin que nosotros seamos verdaderamente conscientes de ello.
Hoy me he levantado y he recordado mi sueño. He sido consciente de lo que se me queda en el pensamiento pendiente, nunca dormido del todo, y que aunque en el día a día no parece notarse, está ahí y me preocupa. Hoy he soñado con una persona, con su circunstancia vital. Soñaba que por fin podía hablar con ella. Entonces, al despertar, fui consciente de lo que me preocupa saber que en mis manos hay algo valioso que no puedo entregar. No lo puedes dar porque nadie ha venido a buscarlo, porque nadie parece reclamarlo. Guardas entonces tus manos en los bolsillos, te quedas pensativa, y dices... ya será, ya será. La casualidad siempre es así, una sorpresa. Te quedas pensando que llegará un día en que sí podrá ser engregado. Así, como por casualidad. Y que si al final no puede ser, es porque en realidad no es tan vital parece. Quizá sea esto. Nunca se sabe. Pero hoy, al despertar, supe que aún me preocupa su circunstancia, que no me es indiferente, y que algo lucha por ser entregado, por ser ofrecido. En esa entrega está el juego. Y es en ello donde mi consciente sigue estando. Hoy lo soñé. Y soñar es siempre poner un poco de luz sobre las cosas, sobre la vida, sobre la mirada de lo que nos preocupa. Tiempo al tiempo, me digo a mí misma, supongo que esa actitud hoy, es la más sensata.
Y recuerdo con curiosidad, cómo ese sueño en el que me encontraba con esa persona, se entrelazaban otras. De repente cambiaba el escenario y había allí circunstancias que no son afines. Soñé con personas reales, a las que conozco, y fui consciente de que estaban allí para hacerme saber de mi propia esencia; de esa mirada que es mía y que se posa sobre la vida desde su capacidad y también desde su no-capacidad. Me dije a mí misma _ ¿Lo ves?, eres incapaz de mezclarte con un "nosotros"; incapaz de anular tu yo. Te resulta imposible._ Y entonces me dí cuenta de que en ese sueño latía una verdad; la de mi esencia y mi libertad. Y la de las personas que conociéndome, se sienten agusto por ese yo que no se deja llevar del todo a ninguna parte. Pudiera ser soberbia, quizá. _¿Pudiera ser?_
Me he despertado, estaba alegre, pero también con cierta preocupación por una persona y su circunstancia. Y sobretodo, consciente de la alegría que me rodeaba. Entonces he pensado que hoy es Domingo. Y como toda mañana de Domingo, tendrá algo de mágica y de especial. Aterricé suavemente en mi mundo real, ese en el que un yo busca respuestas, un yo que siempre juega, y que decide hacerlo con sus propios dados; equivocados o no.
Me he despertado, estaba alegre, pero también con cierta preocupación por una persona y su circunstancia. Y sobretodo, consciente de la alegría que me rodeaba. Entonces he pensado que hoy es Domingo. Y como toda mañana de Domingo, tendrá algo de mágica y de especial. Aterricé suavemente en mi mundo real, ese en el que un yo busca respuestas, un yo que siempre juega, y que decide hacerlo con sus propios dados; equivocados o no.
Yo también soy consciente de que en los sueños viven nuestras inquietudes, y que simplemente a veces quedan en eso, en un runrún que nos susurra algo por la mañana. La rutina, de domingo o de lunes, se encargan de desviar nuestra atención. Feliz tarde de domingo. Un beso
ResponderEliminarSi sólo pudieramos hacer en la realidad de nuestra vida, la mitad de lo que hacemos en los sueños...
ResponderEliminarPero ¡ojo!, que también existen las malditas pesadillas.
Disfruta hoy que recordaste, que mañana puede que no lo hagas.
Un abrazo
Los sueños son intangibles y no tienen siempre una base real. Soñamos sobre lo que se esconde en nuestra mente y, como afirmaba Freud, aprovechan que nuestra barrera de consciencia está baja para pasearse y campar a sus anchas por nuestra persona... quizá dejando mensajes y pistas.
ResponderEliminarYo suelo soñar con el trabajo, pero con mis compañeros de hoy... a veces una auténtica pesadilla.
Besos miles, Ana.
Buff, ojalá tuviera tan claro como tú esto de los sueños a veces cuando me preocupa mucho una cosa y la tengo todo el día rondándome sueño con la tontería más absurda y cuando tengo un día "plácido" es cuando sueño con cosas más trascendentes, o viceversa, es decir que no hay regla que pueda comporender al respecto aunque doy por buena la reflexión si puedo escuchar este real world acústico (¿de la gira del devil's?)
ResponderEliminarBesos
A veces, ana pongo las manos en los bolsillos, y encuentro "piedrecitas blancas de esas que no sabes como han llegado allí"... Si rebuscas en tus tus bolsillos seguro que te sobra alguna, si las dejas caer en tu camino, seguro seguro que esa persona, las reconocerá, recogerá alguna y llegará a tí...
ResponderEliminarEs cierto Ana, es como un suave runrún que se queda latente mientras nos dejamos llevar por la rutina del día. Un abrazo.
ResponderEliminarMontse, yo pesadillas tengo muyyyy pocas. Muchas veces pienso que lo que me aísla es la luna... jajajaja, esta capacidad de vivir en otra perspectiva. Pero hoy intuí que detrás del extraño sueño estaba la realidad... esas cosas de las que estamos pendientes, aunque parezcan olvidadas en el día a día. Un abrazo.
Lola, ya veo que los sueños a veces andan algo alborotadillos... jajajaja. Y sí, yo creo que soñamos con esas cosas que se esconden por nuestra mente. Un abrazo.
Sesé... es cierto. No son coherentes con la vida, nuestros sueños. ¿Y en serio te parece que lo tengo tan claro?... jajajajaja. No lo creas, pero hoy lo cierto es que sí, que era un sueño claro en el que por fin ocurría algo necesario. Y bueno, escuchar a Bruce por aquí, nunca será difícil... jajajaja, eso sí, no me pidas mucha sabiduría sobre giras y demás. Me temo que para eso soy un pelín ignorante... me limito a escuchar, a intentar entender, y si no entiendo, busco la letra en el internete... jajajaja. El experto en estas lides eres tú. Un abrazo musical y real.
;)
¿Tomae... tú crees? ¿De verdad crees que si tiro una piedrecita blanca, de esas que tengo por los bolsillos _las tengo, en serio_ y que no sé cuándo las metí o las dejó ahí diminuta, de verdad me dices que si la dejo caer, la encontrará la persona necesaria?... ¿sí?... no sé, no sé... pero lo haré. Tiraré la piedra en mi pueblo. A ver qué sucede... ;)
Ana, en los sueños no hay personajes y personas diferentes, en los sueños todos los personajes eres tu. Es decir, esa persona que dices eres tu, tu eres tu, cualquier cosa del decorado eres tu, todo eres tu. Tienes que buscar en tu interior qué es lo que te estás demandando, pidiendo o contando. El sueño te está diciendo algo que tienes que sacar o hacer, no es facil porque hay personajes de los sueños que no queremos ser, ni las personas son las que conoces, aunque las pongas en el sueño. Complicado pero cierto.
ResponderEliminarLos sueños son muy complicados, casi siempre recuerdo más las situaciones que las personas que salen en ellos, muchas veces no les veo ni las caras. Siento su compañía, la alegría o el malestar que me producen sus acciones pero poco más. Hace años, recordaba con bastante claridad lo que había soñado al despertar, últimamente las pocas veces que soy medio consciente de haber soñado, ni recuerdo qué era, y lo peor/mejor, que no me importa, solamente quiero descansar.. ¿Pido mucho? :))) Besos y todas esas vueltas que le estás dando a ese sueño, están bien, pero ahora, así como estás, bien despierta.
ResponderEliminarAnita...los sueños. Curioso el que cuentas. Mucho te ronda el tuyo como para que casi casi lo estuvieras viviendo dormida.
ResponderEliminarYo no soy consciente...pero por lo que me dice el jefe me peleo muchísimo ... y me enfado... y ¡¡¡pego!!! Y digo yo...¿es que me reprimo durante el día y muerdo en sueños? Pobre jefe...Va listo con semejante compañía.
Ya ves...la algodonosa resulta que se lía a bofetones por la noche;-))))
Besos, leonesa.
¿tu soñaste lo del Cervantes de Ana María Matute? (tu anterior entrada) vaya! me alegré por ti... me alegré.
ResponderEliminarBesos!
Ei, Anita. Te digo lo mismo que Tomae. A esto se le llama ¿premonición? Me alegra mucho. Por ella y por ti.
ResponderEliminarBesiños
Noemí, no habría interpretado jamás que todas esas personas que aparecen en mis sueños, soy yo misma. Le he dado vueltas a esta idea, y cuando rememoro lo soñado... entonces sí que me parece todo un lío inmenso... No sé. A saber qué es lo que exactamente estará detrás de nuestros sueños. Como complicado es conocer también, cual es la exacta demanda de nuestra mirada que ha de ser cumplida... somos tan complejos. Un abrazo.
ResponderEliminarLisset, sólo quise hacer una entrada de algo que me sorprendió. No suelo interpretar mis sueños; y me ocurre como a tí... pocas veces recuerdo lo que sueño. Ahora, que las veces que lo recuerdo... me parto de risa. He soñado cada cosa!!! Y afortunadamente, pesadillas no tengo nunca. Creo haber tenido en mi vida, como mucho, tres pesadillas... Soy un ser que duerme tan profundamente, que no recuerdo nada casi nunca. Y bendita capacidad, es una de las cosas que más aprecio. Un abrazo muy fuerte, Lisset.
MI¡i muy querida Sunsi, a Dios pongo por testigo, que toque lo que toque yo no duermo a tu lado. Antes... el duro suelo!!!!... jajajajaja. Un abrazo fuerte.
No, yo no soñé nunca con el Cervantes para Ana María Matute, pero sí pensaba que se lo merecía. Por supuesto. Me parecía un gran olvido que no se le hubiera concedido antes. Y esta coincidencia, esta casualidad, me parece una maravilla. Pienso que en los momentos importantes, a pesar de la lejanía, la distancia y el desconocimiento, siempre estamos al lado de quiénes nos importan, de esas personas que osn y serán siempre nuestro p¡mundo más íntimo.
Yo pienso que estamos siempre al lado de ese alguien que importa todo un mundo, aunque no lo conozcamos lo sentimos cerca, en sus cuitas, en sus alegrías... así ocurrre también entre muchos de nosotros, internautas de palabras volanderas... que sin conocernos especialmente, estamos. Se nos puede sentir... ahí, ahí... cercquita. Un abrazo, Tomae.