Y bien doy fe de ello; ella es así. Mi amiga la Condesa siempre sonríe, y su risa es como el cristal. De eso me pude dar cuenta enseguida, en el mismo momento del encuentro en un Madrid soleado y siempre acogedor. A su lado el reír humano me pareció la más excelsa de las bellezas. Ciertamente la sonrisa ilumina el rostro y deja salir el alma. Y te reencuentras, no sabes muy bien con qué, pero te sientes ante un descubrimiento. Eres más y mejor. Al lado de alguien que ríe te sientes en casa, aunque tu casa en verdad se halle a cientos de quilómetros. Mi amiga la Condesa es así; cristalina, cálida y sonora. No he olvidado su sonido, tampoco su ritmo, y estoy a la espera de un nuevo reencuentro. El reconocimiento de las miradas es así, y siempre surte el mismo efecto; ya en la despedida, te recreas en la intuición de lo que será el nuevo reencuentro. Y ese es uno de tus deseos; volver a compartir una cervecita, unas tapas, y una conversación en cualquier tasquilla madrileña con esa risa y el sonido de esa voz. O buscar a su lado lugares nuevos; por ejemplo un Barrio Húmedo de conversaciones abrigadas. El lugar, quizá, es lo que menos importa. Lo que en verdad se quiere, se espera y se desea es la conversación. Esa que está aún pendiente... pero que late por ser verdad.
*Condesa, a pesar de mi silencio... NO OLVIDO. Nos reencontraremos... :)
Caramba, Ana... Qué bonita dedicatoria. ¿De veras tienes una amiga Condesa? ¿O es la Condesa del cuadro? De todas formas, quién fuera Condesa para recibir palabras tan bonitas.
ResponderEliminarFeliz domingo, mi querida amiga leonesa (rima con Condesa...)
Real o pintura, afortunada Condesa por ser destinataria de tus palabras...
ResponderEliminarun abrazo!!!
Es bellísima, es cierto... Tenemos eso también en común: Nos gusta El Prado. Cuando yo era jovencita y ya estudiaba historia quedaba algunas veces con mis amiga a tomar café en la cafetería de El Prado, pero antes nos dábamos una vueltecita para ver nuestras salas preferidas. Esta joven estaba en el Casón del Buen Retiro, en la sala de retratos del XIX y embelesaba cuando uno se acercaba a ella. Porque por ella no pasa el tiempo... sigue con esa mirada y esa vida, que parece magia. Besos miles y salúdala de mi parte.
ResponderEliminar¡Precioso!
ResponderEliminar¡Qué tengas buena semana!
Cuánto amor se lee en esa obra, la palidez de la piel, la suavidad que se le intuye, la mirada... Gracias. Un beso para ti, Condesa
ResponderEliminarLa belleza de una mirada, cuanto vale¡¡¡
ResponderEliminarEn el Prado se encuentran los conceptos básicos de la belleza.
ResponderEliminarLos más modernos cuadros del mundo, pintados hace trescientos años.
Cada vez que voy me dejo una arruga del alma, olvidada entre brochazos, lienzos y colores.
...yo al contrario que mi hermano, soy mas de secar esos barrios, de las cervezas que se sirven por allí, vamos que hasta el "culillo" de esas cañas...¡lo trago!
ResponderEliminar¿era Fernan Gomez quien recita?
Afortunados los que lo teneis al alcance de vuestras manos...
ResponderEliminarCondesa o peregrino, paisaje o marino...
Todo vale
Un abrazo muerta de envidia ;)
Mi amiga es así, Sunsi, como la Condesa del Cuadro. Y como sé quien eres... te gustaría, ya lo creo. Espero poder presentártela algún día. Uffff... qué tertulia nos saldría... Genial!
ResponderEliminarBesotes.
Silvia, real. Un abrazo. ;)
Besos miles Lola. Sí... se puede pasar una mañana estupenda por el Prado. Espero poder hacerlo pronto, al lado de mi amiga la Condesa; la real y la del cuadro.
;) Besos.
Ars, que tengas también tú una magnífica semana. Que seas muy feliz. Un abrazo. Tu blog es siempre un lugar precioso. Gracias.
Pesolet, un abrazote. Ella es preciosa, ¿verdad?
Driver... tenemos una visita pendiente juntos. Toditos de la manita, peques y grandes. ;) No te haces idea de lo que me apetece. Un abrazo.
ResponderEliminarY luego ya quedamos con el borrachín de tu hermano peque. Ay, ay, ay... que no conseguimos enderezarlo. En fin, pero te queremos... brother pequeño. (No sé quién es el que recita, pero tiene esa misma voz)
Montse!!!! El AVE... y punto. Merece la pena el esfuerzo... un día de estos. Yo tampoco lo tengo al lado... pero lo sueño un poco y como que me voy acercando. Besos!!
Magnífica entrada Ana! es encomiable como un hombre así habla de su papi, hoy a pesar que empiece el invierno yo también me he acordado del mío...¡les debemos tanto! Besotes!
ResponderEliminarMagnifico hijo, sí. Pero has dejado el mensaje en el post de mi amiga la Condesa... jajajaja, que como ya he dicho, también es magnífica.
ResponderEliminarBesososososos gordos Tomae.
(Ya veo que andas con las manos llenas de grasa_ ocurre cuando no usas cubiertos al comer_ y que por eso, quizá, quizá, has resbalado al post anterior. ¿O pudiera ser que ya andas celbrando la Navidad copita a copita? ... eh? ...eh? ...eh? ... jajajajajaja)
Sé que llego muy tarde. Siempre llego demasiado tarde pero sabes de sobra que te tengo muy cerquita siempre, en las palabras, los recuerdos y tu sonido.
ResponderEliminarMil gracias, mi Ana, por esa dedicatoria. Por el recuerdo nunca ni siquiera empañado de nuestro primer encuentro. Fue como un torrente, como si nos conociéramos de toda la vida, como si estuviéramos hechas para encontrarnos.
Y no sabes las ganas que tengo de pasear contigo por ese barrio húmedo y de entrar por la tarde a la catedral para ver cómo las vidrieras estiran la luz hasta sumergir en ella todo lo hermoso que hay dentro, y de acudir de tu mano a ver las pinturas de los meses en esa maravillosa absoluta que es San Isidoro.
Fue bueno escuchar tu voz hace poquito. Me llena de alegría, de agua, de risas infantiles.
Cuídate mucho, Ana. El nuevo año nos traerá, seguro,compartir nuevas miradas. Un beso y un abrazo muy fuertes a las dos.
Llegas Freia, siempre llegas.
ResponderEliminarUn abrazo enomrme.