La literaruta infantil es siempre un gran reto. No es fácil escribir para los peques, y sin embargo, a veces es calificado como un género menor. Esto no es cierto, y es injusto. Escribir para los niños necesita de un don en la mirada, de esa capacidad para descifrar el todo que un niño entiende y habita. Algunos adultos no lo han perdido, afortunadamente, y son esos adultos-niños, quienes mejor construyen historias infantiles que no sólo leen los niños. Afortunadamente.
Así es "La abuelita necesita besitos"; una historia de niños,con la que ellos abren su mente al mundo de los adultos, mundo que comprenden siempre desde su mirada, y con un corazón enorme. Maite, la protagonista, se siente sorprendida porque su abuela se viene a vivir a su casa, y aunque en un principio está enojada, su corazón enorme es capaz de mirar el mundo con ilusión, y de tomar iniciativas. Ella quiere cuidar a su abuelita, e inventa mil cosas pwqueñas que sin duda, le hacen la vida mejor.
La historia es entrañable. Yo aún diría más; no es una historia sólo de y para niños. Muy bien pudiera ser nuestra historia, el día a día que hoy afrontamos de una manera quizá más velada. Nuestros padres se hacen mayores, y esto, exige siempre un esfuerzo, una adaptación. La historia de esta abuelita nos deja de la mano de la realidad; de esa incapacidad que a veces tiene nuestra vida para la realizar gestos sencillos que cuiden de nuestros mayores. Ahí los níños son un ejemplo, y demuestran, muchísima más sabiduría.
Esas personas que un día lo dieron todo por tí, necesitan vivir, y no sentirse un estorbo, por mucho que nos hayan sorprendido sus deficiencias, sus olvidos o sus limitaciones. Es una historia entrañable que apura la vida, que la descifra, que nos deja entrever lo perdidos que andamos con nuestras carreras de todos los días, de cómo nos vamos olvidando de gestos sencillos que ayudan a muestras personas mayores a vivir, a ser y a sonreír. Es una historia real; al lado de un aumento considerable de la esperanza de vida, a veces, camina el olvido. Las enfermedades "de olvido" están al día, y bien pudiera ser que de tanta carrera que llevamos, se nos olvide un poco el sentido común, esa mirada que para en seco y se adapta a la vida real de las personas que un día nos lo dieron todo.
Deberíamos ser todos como esa niña, Maite; una niña que, una vez pasada la contrariedad que a veces los hechos nos traen, es capaz de sacar una riqueza inmensa de su corazón. Una historia de amor y afecto que Ana Bergua y Carme Sala han hecho posible poder tocar. Deseo que esta no sea única, que sea necesariamente, el inicio de muchas historias más.
... Sí, sí. Yo ya lo tengo.
:))))))))))))))))))))))))))
Ella (Maite) quiere cuidar a su abuelita, e inventa mil cosas pequeñas que sin duda, le hacen la vida mejor...
ResponderEliminar..y lo hace como saben los niños, convirtiendo esa realidad en un juego estupendo; una auténtica "vuelta a la tortilla" delante de la dificultad.
No sólo es una suerte contar con esta historia Ana, sinó que también lo es poderla contar a nuestros (hijos) en la hora de los cuentos, y ver en ellos como transforman una posible dificutad en algo que pueden llegar a aceptar, con normalidad, risas y su especial cariño...
Tengo ese libro !!! se le conté a mis Princesas, (rieron con esa abuelita)...di con él y con ella...con La princesa de los cuentos!!! ;) Me rubricó lo que te cuento... :))))) bss!
...i tinc aquest conte també!
petonets!
Lo malo es que yo ya no tengo niños...
ResponderEliminarPero me encanta escribir cosas de niños.
Bueno, creo que alguna has leído.
;)
un abrazo
Aunque no tenga peques... me haré con él. Me hace ilusión tener en las manos un cuento de "pesoleta" y Carme Sala.
ResponderEliminarGracias por la síntesis, Ana.
Un beso ... y abrígate. Veo el Tiempo en la tele y me congelo solo de pensar en ti.
Yo siempre fui un poco escéptico con la literatura infantil, pero hay maravillas que funcionan muy bien con mis hijos, como el sempiterno Ende o los tomos de Harry Potter.
ResponderEliminarSupongo que si a los bestias de mi hijo de ocho años les regalara algo sobre abuelitas y besitos, me miraría como si me hubiera vuelto loco :)
Pero tomo nota para mi sobrina, que tiene unos gustos menos violentos que mis hijos.
Besos!
Ana, publicaste esta entrada durante mi viaje, y pasó inadvertida. Te agradezco de todo corazón que hayas corrido a comprarlo, y que lo hayas desgranado con ese mimo. Un beso enorme.
ResponderEliminarUn enorme, gigante y agradecido besito, de la que dibuja.
ResponderEliminar¡Gracias Ana!
Ana,Carme; algo precioso se ha quedado en nuestras manos con vuestro cuento.
ResponderEliminarGracias a vosotras.