STAND BY ME


Nunca habrá palabras que puedan explicar con exactitud la realidad de tu presencia en mi tiempo. Eres una personita inquieta, vas creciendo, te impones a rachas, y otras, permaneces así, tan diminuta. A veces no te entiendo, otras sin embargo, te reconozco hasta en el último recodo de tu pensamiento. Infinita en tu sonrisa, también sostienes una mirada de penumbra, de soledad. Le regalas al mundo demasiada sensibilidad, un mundo que lo más seguro no sabrá comprenderte ni descubrirte. Pero tienes tesón, y valentía, y sé que al final encontrarás tu lugar. El exacto escenario que podrá dar reposo a esa mirada tan profunda, tan llena de espacios infinitos. Tus ojos de luna son maravillosos. Y tu risa es risueña, hace que tus ojos, aún brillen más. Te quiero. Tu presencia es y será siempre significado.

No son suficientes mis palabras, ellas, quisieran darte un Todo, regalarte la infinitud de mis sentimientos, pero no pueden. No saben; se se enredan y se pierden. Quisieran transmitirte todo lo que en mi pensamiento salta cuando observo tus idas y venidas. Quisieran dejarte el recuerdo para siempre de mis ojos, de mis manos... para que supieras que siempre estoy, y que siempre estaré. Quisieran poderte regalar la sabiduría, toda, incluída la que me falta a mi. Quiseran regalarte tantas cosas estas palabras que se me quedan siempre como a medio camino...

Vas creciendo, vas perfilando cada vez mejor los límites de tu mirada, la realidad de tus querencias, la sonoridad de tu risa. Y también el dolor de tus pesares. Te observo y me digo a mí misma que soy afortunada, y lo digo incluso, hasta cuando no comprendo. Cuando queriéndome acercar a tu mirada, encuentro un infinito azul marino y ese brillo desolado de tus ojos. Empiezas a ser mayor.

Y yo aquí, a tu lado, queriéndote tanto. Eres el magnífico regalo que yo esperaba. Te quiero.


4 comentarios:

  1. DELFINES EN EL OCÉANO.

    Según los científicos, el desarrollo del cerebro de un delfín se encuentra en ciertos niveles por encima del cerebro humano.
    Y yo me lo creo.
    Saben comunicarse a través de los ultrasonidos, son cariñosos y familiares y juegan mucho.
    A pesar de estas cualidades que, parecen propias de seres débiles, son los reyes del mar.
    Un entorno bello y difícil a un tiempo.
    ...
    Y yo digo, ¿algún motivo para no ser como los delfines?.

    Si lo pensamos un poco, nos comunicamos sin palabras con la gente que queremos (a veces con simples miradas), una buena manera deenseñar a nuestras crías es jugar con ellas (un simple rompecabezas hecho entre dos, da lugar a mucha comunicación), y un montón de cosas más que dejo para que te las pienses.

    Lo que no se puede decir con las palabras, se puede decir con otras formas de expresión.

    Seamos delfines.

    ResponderEliminar
  2. Seamos delfines... intentémoslo al menos. Un abrazo enorme Driver. Gracias.

    ResponderEliminar
  3. Ay, Ana... jajajajaja. Un abrazo.

    ResponderEliminar