LA DAMA DE LA LÁMPARA






Hoy ha sido el día de la mujer trabajadora. Y quiero dejar aquí un pequeño recuerdo hacia quien desde su posición de privilegio, con una mirada inteligente y desde su valentía, hizo de mi profesión, una labor digna y necesaria cuando a ella sólo se dedicaban personas de la más baja categoría moral. Ella, con la luz de su pequeña lámpara, dignificó una profesión que actualmente es independiente; para la que es necesario además de una cualificación científica, una formación humana impecable. Yo soy enfermera, y quiero dejar el recuerdo en mi blog de la persona que supo ver esencialmente a la enfermaría; que luchó por ella sin cortes, sin carencias y sin prejuicios. También le dedico este corto espacio a todas las horas de mi vida en que simplemente he sido una enfermera, a cada una de esas horas que me han enseñado siempre a ser mejor persona.


“La enfermería es un arte, y si se pretende que sea arte, requiere una devoción tan exclusiva, una preparación tan dura, como el trabajo de un pintor o escultor, pero; ¿cómo puede compararse la tela muerta o el frío mármol con el tener que trabajar con el cuerpo vivo, el templo del Espíritu de Dios? La enfermería es una de las Bellas Artes, casi diría, la más bella de las Artes”. Florence Nighthingale (Florencia1820- Londres1919).


Este video muestra una antiquísima grabación de la voz de Florence Nightingale. Es una pista de 1890, cuando la enfermera contaba con 70 años (vivió hasta los 90). La grabación no es muy perceptible; el video incluye una transcripción de lo que va diciendo. Me han emocionado especialmente estas palabras:“Cuando no sea siquiera un recuerdo, sólo un nombre, espero que mi voz perpetúe el trabajo de mi vida”.

El legado de Florence Nightingale, la dama de la lámpara, ha trascendido más allá de lo que ella hubiera esperado y es una de las figuras más recordadas y respetadas en la historia de la enfermería.

11 comentarios:

  1. Me ha impresionado siempre su figura. Qué capacidad tan grande de empatía y de conocimiento de la enfermedad por aquel entonces... Lástima que a estas alturas del siglo XXI pasen dos cosas que lamento: la primera, que siga existiendo un día de la mujer trabajadora y no un día del hombre trabajador, y la otra que nuestra profesión siga estando tan mal pagada...
    Besos

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  2. No conocía a Florence Nightingale y me ha encantado lo que mos cuentas.

    Creo que ya he hablado alguna vez de mi experiencia en la UVI: besaría donde pisaran todas y cada una de las enfermeras que me atendieron durante esos días. Cariño y porfesionalidad, mucha y a partes iguales.

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  3. INVICTUS

    Más allá de la noche que me cubre
    negra como el abismo insondable,
    doy gracias a los dioses que pudieran existir
    por mi alma invicta.

    En las azarosas garras de las circunstancias
    nunca me he lamentado ni he pestañeado.

    Sometido a los golpes del destino
    mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
    Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
    donde yace el Horror de la Sombra,
    la amenaza de los años
    me encuentra, y me encontrará, sin miedo.

    No importa cuán estrecho sea el portal,
    cuán cargada de castigos la sentencia,
    soy el amo de mi destino:
    soy el capitán de mi alma.

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  4. Ana, supe de la existencia de F. Nighingale a raíz de la lectura de novelas inglesas de misterio y crimen, a las que recurro para descongestioname.
    Me interesó su vida y labor, y te agradezco su recuerdo.
    "...tener que trabajar con el cuerpo vivo, el templo del Espíritu de Dios". Impresina. Mil gracias, un abrazo.

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  5. Yo creo que es una figura respetada en la Historia en general, no sólo por lo que respecta a la enfermería.
    Toda una pionera de lo que hoy llamamos ayuda humanitaria.
    Una amante del ser humano.
    Excelente y original recordatorio en este día, Ana.
    Un saludo.

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  6. Ana con tu estupenda capacidad de contar, de expresar, esta entrada es magnífica. Yo, como enfermera que en muchas ocasiones ha estado tan quemada que se ha planteado dejarlo, dejarlo para siempre y dedicarme a otra cosa, a lo que fuera... sólo puedo decirte que me has emocionado, porque muchas veces se nos olvida por qué un día decidimos estudiar enfermería.
    Besos miles, amiga.

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  7. Profunda reflexión la de Florence Nighthingale. Si te planteas así tu profesión, te felicito por ello.
    Realmente, la enfermería es algo vocacional.
    Gracias por darnos a conocer a Florence Nighthingale. Desconocía su existencia.

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  8. Gran post, Ana, un encanto, una enfermera hablando sobre Florence Nightingale. Gracias de verdad! La grabación es super emocionante. Grandes mujeres, las buenas enfermeras, es una profesión tan completa, tan compleja, tan difícil de hacer en el punto cierto. Un beso!

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  9. Bonita profesión la tuya Ana, se presta para dar y recibir ...
    Os admiro.
    La historia no la conocía, se la pasaré a una amiga que como tú, está enamorada de su profesión de enfermera.
    Un abrazo

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  10. Ana, es una profesión más que mal pagada, que lo está, es impagable... así de chulitas nos ponemos ¿eh?. Un beso.

    Modestino, estar en una UCI es una de las experiencias más duras de la vida. Es como volver a nacer. Celébralo cada uno de los días del resto de tu vida. Un abrazo fuerte.

    Driver, hoy nos dejas palabras de una fuerza arrolladora. Esa fuerza que jamás dejará que sea siempre la noche, la que nos cubre. Un abrazo fortísimo socio.

    Mariapi, F. Nightingale fue una mujer impresionante. Leí un libro suyo hace tiempo, las cartas que escribió durante un viaje por tierras de Egipto. Fue una de las primeras mujeres en recorrer dicho país. Son fascinantes. Lo releeré para intentar hacer una reseña, hace ya mucho que lo leí.

    Fernando, la verdad es que tuvo que ser una mujer increíble; atractiuva, inteligente y extremadamente culta. Con sus cartas sobre Egipto hizo una estupenda descripción de la forma de vida que entonces tenía Egipto; todo un testimonio histórico. Admiro su valentía y su inquietud: no tenía que ser muy fácil viajar entonces. Saludos.

    Lola... por ahí hemos pasado muchas veces y las que nos quedan por ser rondadas. A veces es demasiado ¿verdad?... y otras, pues no... ahí estamos, tan campantes. De todos modos, deseo que no pierdas la inquierud que te mueve, la de las palabras. Y que no se nos olvide, no, ese saber de ciencia, caridad y arte. Eso somos. Un abrazo.

    Ars Vitae... si no me planteara así mi profesión, aparcadita estaría ya hace tiempo. Es agotadora, y a la vez, impresionante. El ser humano tiene una capacidad de superación ilimitada, y la enfermería es uno de los escenarios en que eres capaz de observar esa capacidad. Ser enfermera es un privilegio, a veces agotador, pero ahí está. En fin, que me enrollo. Gracias por asomar a mi ventana. Un abrazo.

    Annemarie, ahí estamos, y no... quizá no sea tan complejo como lo piensas. Cuidar es sólo cuestión de mirada. Con el silencio, la observación y unas manos basta. Es en realidad, más sencillo de lo que parece. Un abrazo.

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  11. Amig@mi@... un abrazo a tu amiga de mi parte. Y sí, me gusta... pero también tiene su lado de desencuentro. Así escrito suena todo demasiado ideal, y no lo es. En realidad es como todo; con sus más y cons sus menos. Y es de un cansancio arrollador... cuando caes, caes. Un abrazo.

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