Hay canciones que en cada frase tienen la fotografía de un recuerdo. No tienen orden cronológico. Surgen y se van sin orden ni concierto. La cronología de tu vida permanece en esas notas, en la letra de esa canción que suena: permanece desordenada, en instantes y momentos sin relación. Y con ellos, vibra el alma; eso que late rotundamente en el recuerdo, que se convierte en fotografía.
A veces, ante una canción te encuentras los ojos de aquella joven que todavía siguen siendo los tuyos; no están perdidos. Y sabes que aún miran con la insistencia que en otro tiempo los habitaba día sí y día también. Ojos intemperantes a pesar de que la vida ha tenido sus pausas, sus guiones desafortunados, y más de un desencuentro inesperado. Así todo, tu pasado está atrás, tu tiempo sigue siendo presente. Guardas muchas cosas en lo profundo de tu recuerdo, en el pensamiento, en la mirada. Recuerdos que se transforman en fotografía, en trozos de realidad, cuando oyes algunas canciones. A veces sucede.
Y lo sabes. Sabes que nunca vas a cambiar. Que siempre es tarde para cambiar. Sabes bien que lo que empieza se nos escapa, pero que nunca, nunca, habitará el olvido. Sabes que tu mirada siempre se recuesta en el recuerdo cuando quiere descansar. Eres muy consciente de que todo tiene su principio y su final, por eso el presente se te queda tan pegado a los ojos. Persistencia de la memoria. Todo, todo tiene principio y final.
Y ocurre, a veces ocurre que un instante que parecía ya perdido, al sonido de una canción, se convierte en fotografía, en latido acuciante de realidad. Eso que late, aún lo eres. La memoria se convierte entonces en ese rincón tranquilo donde aún reposa aquello que nos inundó, que reflejó nuestra mirada y la acarició; aunque ya no sea ni principio ni final.
A veces, ante una canción te encuentras los ojos de aquella joven que todavía siguen siendo los tuyos; no están perdidos. Y sabes que aún miran con la insistencia que en otro tiempo los habitaba día sí y día también. Ojos intemperantes a pesar de que la vida ha tenido sus pausas, sus guiones desafortunados, y más de un desencuentro inesperado. Así todo, tu pasado está atrás, tu tiempo sigue siendo presente. Guardas muchas cosas en lo profundo de tu recuerdo, en el pensamiento, en la mirada. Recuerdos que se transforman en fotografía, en trozos de realidad, cuando oyes algunas canciones. A veces sucede.
Y lo sabes. Sabes que nunca vas a cambiar. Que siempre es tarde para cambiar. Sabes bien que lo que empieza se nos escapa, pero que nunca, nunca, habitará el olvido. Sabes que tu mirada siempre se recuesta en el recuerdo cuando quiere descansar. Eres muy consciente de que todo tiene su principio y su final, por eso el presente se te queda tan pegado a los ojos. Persistencia de la memoria. Todo, todo tiene principio y final.
Y ocurre, a veces ocurre que un instante que parecía ya perdido, al sonido de una canción, se convierte en fotografía, en latido acuciante de realidad. Eso que late, aún lo eres. La memoria se convierte entonces en ese rincón tranquilo donde aún reposa aquello que nos inundó, que reflejó nuestra mirada y la acarició; aunque ya no sea ni principio ni final.
Y ocurre, ocurre a veces. Algunas canciones son así, de memoria habitada. Era todo tan hermoso...
Qué razón tienes... tengo algunas canciones atadas a mi memoria, abrazando otros muchos recuerdos, aquello que fui, y que sospecho que nunca he dejado de ser por más que mi alrededor no sea el mismo. Escribiré canciones nuevas ahora, con mi gente nueva (mami, ponme la de Besos, para el mayor, y Hoy no me puedo levantadddd para el peque). Y cuántas de aquel, nuestro tiempo en común. Somos quienes fuimos... lo seremos siempre- Besos
ResponderEliminarTengo muchas canciones, muchas y casi todas son de Serrat. Porque a veces no son las canciones sino la voz del que las interpreta,.. y a mí Serrat me decía que todo podía ser más hermoso y me lo decía a mí solita, al oído. Si el supiera...
ResponderEliminarBesos miles
Me siento tan identificada con lo que dices...
ResponderEliminarHoy escuché en el coche una canción que hacía tiempo no escuchaba y me transporté a momentos de otra época.
ES TAN CIERTO Y TAN BONITO ... A veces ;)
Un abrazo
La canción es "Después de tí", de Cristian Castro
¡qué importantes son las canciones para desenpolvar el disco duro de la memoria!... en una nota te transportan al pasado de forma inmediata pudiendo revivir casi en directo! Precioso lo que has escrito. Besos!
ResponderEliminarQue razón tienes Ana, las canciones estan muy unidas al mundo de nuestros sentimientos...son como nuestros recuerdos hechos poesia.
ResponderEliminarQuizá por eso cantas, siempre que regresas a ese pueblo que te acunó en la niñez.
Un beso
Somos... siempre. Y estamos. Un beso Pesolet.
ResponderEliminar¿Te lo decía a ti solita, Lola?... Me ha parecido muy entrañable tu secreto. Besos.
Montse, las canciones como álbumes de nuestros propios recuerdos; los fotogramas de nuestra vida en desorden y desconcierto, y también, de inmensa alegría. La hermosura de haberlos vivido, y aveces, sí, de haberlos superado. Un abrazo.
Una nota nos puede hacer saltar a años luz... y a veces, sin ser conscientes de ello. ;)) Un abrazo Marta.
Marypaz, intuyo que también tu alma es muy cantarina. ;)) Un beso enorrrrme.
A mí me ocurre muchísimas veces, las canciones me retroatraen a tiempos pasados y resucitan momentos concretos.
ResponderEliminarBuenos días Modestino. Sí, al lado de algunas canciones nos rememoramos a nosotros mismos, así, como a cachos... fotograma a fotograma...
ResponderEliminarQue sea un estupendo miércoles!!!
A los 16 Silvio y el Tino Casalls con su tecno-pop...
ResponderEliminarA los 21 Mecano con 'Cruce de navajas'
A los 30 Enya recuerdo su primer éxito... en el coche viajando por el norte con la family.
A los 37 Queen, Mark Knopfler y músicas del mundo...Mariza, Carlitos Brown
Ahora... desde ópera a Sabina... pasando por los indios maoris...
Un abrazo
Los desencadenantes de esa memoria de lo vivido, tan necesaria para vivir, los encuentro en algunas canciones, que ni recordaba conocer, y en los olores con los que algunas veces tropiezo.Ultimamente estoy "muy susceptible" con todo lo relacionado con la memoria...Un besico.
ResponderEliminarLas fotos de esta entrada son magníficas y el azul deslumbrador.
ResponderEliminarLas edades, cada una con su locura, y cada una con sus canciones. Un abrazo Santa.
ResponderEliminarLos desencadenantes de la memoria... me ha encantado ese concepto. Y la susceptibilidad... enhorabuena Mariapi. Eso es lo que mide nuestra humanidad. Un beso gordote.
Zambullida... caray con el azul!! Te ha arrastrado, como a mí. ;))
Un fuerte abrazo.