LA LUZ

Quisiera volver a ser aquella niña. Al ir a recoger mi pequeña vela, quisiera la mirada de mi niñez en los ojos cuando ocurra de nuevo el encuentro con la Luz. Que al reflejarse en mis ojos, se pudiera ver aquel brillo, aquella mirada que no se acobardaba ante nada, que se daba con toda la confianza que sólo la infancia es capaz de habitar. Compromiso certero. Una mirada que no se rendía, que avanzaba sin perder el aliento. Hoy, mi mirada querría volver a descansar de nuevo en aquella infancia. Que la Luz me encontrase sumida en ella, con el embeleso de entonces, con la alegría de aquellas horas, con la infinita confianza, y totalmente subyugada a la luz de esa vela. Mirar la Luz de nuevo, como cuando éramos niños. Ojalá esta noche sea un poco así, de Luz y de Infancia.

12 comentarios:

  1. Mirar los ojos que están mirando la luz. Qué belleza el poder hipnótico del fuego. Besos

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  2. Simplemente confía en tí,Ana. Esa niña está dentro,pero duerme.
    Sólo es cuestión de llamarla y, gritar su nombre para despertarla...

    Un abrazo

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  3. Esta noche puede ser de luz y de infancia. La mía, al menos, lo ha sido ¡Feliz Pascua de Resurrección!

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  4. Acabo de regresar de la Vigilia. Nuevamente, en segundos la Luz se ha desparramado, en cientos de llamitas. Hemos podido ver. Y sí , Ana , la mirada de los niños era preciosa. Feliz Pascua.

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  5. preciosa entrada! "¡anita, no te quemes con la vela, deja de jugar con la cera....(qué ojazos llenos de luz tiene mi niña!!)"
    Feliz Pascua, un abrazo

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  6. Preciosa entrada, Ana. Al final no pude ir a la Vigilia. Pero con tu post, que ya leí ayer, me he colado.

    Gracias, diminuta.

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  7. Yo también cogí mi vela anoche en el Convento de las Clarisas de Huesca, y la verdad que es que ha sido de las vigilias pascuales donde más he notado la cercanía de esa buena luz divina.

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  8. Un abrazo muy fuerte para cada uno de vosotros. ;))

    Hoy... comienzan por fin mis descansos. Yo estoy muy al revés que el mundo en cuestión de horarios, así que la mayoría de las veces lo vivo todo un poco en "diferido", pero no con menos calidad... nonononono.

    Espero encontrar a esa niña que está dentro, y la misma mirada... no es tan difícil cuando se viven unos días de descanso rodeada de enanitos... a ello voy!

    Gracias a todos por estar.

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  9. LA SONRISA ETERNA.

    Érase una vez una niña entre mil doscientos millones de habitantes.
    Tenía once años y vivía en un horfanato de la India.
    Como a los doce años la iban a echar de la institución, un funcionario puso un mail en un servicio de adopción internacional; explicó el caso, puso una foto y adjunto el adjetivo URGENTE.
    Mi amigo Paco estaba en España, haciendo gestiones para adoptar.
    Quería una niña de pocos meses, pero por una casualidad, otro funcionario le enseñó el correo y vio la imagen.
    ...
    Mi amigo Paco voló a la India, y tras una serie de gestiones, se trajo a la niña.
    Hace una semana me la presentó.
    Estábamos en una bareto, se abrió la puerta y apareció corriendo.
    Un rayo de luz alegre.
    Abrazaba a mi amigo y se colgaba de su cuello.
    Como no entendía muy bien el castellano, jugué con ella con una servilleta y un lápiz.
    Dibujé una flor básica, ella la embellecío con singulares adornos.
    Luego le regalé un sol que giraba, y ella completó el dibujo dándole más velocidad al giro del sol.
    Le hizo volar.
    ...
    Pasó una semana y la volví a ver.
    Yo salía en la procesión del viernes, con la túnica
    de nazareno y un capuchón que ocultaba mi rostro. Sólo se me veían los ojos.
    Le ofrecí caramelos y los agarró con alegría.
    Era una cervatilla en el bosque de una nueva vida.
    ...
    Arrancó de nuevo la procesión y me despedí.
    "Soy el del Sol, el del Sol".
    Y entonces lo hizo.
    Salió de la espalda protectora de su hermano mediano, como el caracol que se despereza después de un largo invierno.
    Se plantó delante de mí, abrió sus manos en majestuoso gesto y repitió la nueva palabra aprendida:
    "¡Sooooooooooool!"
    ...
    Y se quedó feliz
    Con una sonrisa eterna.
    ...
    Adelanté el hombro izquierdo y seguí empujando mi cruz.
    Mirando la poderosa estela que deja la sonrisa de una niña feliz.

    Rotundamente feliz.

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  10. ¡Qué envidia me provocan aquellas personas que desean volver a los días de su niñez! Es algo que no comparto porque jamás mis ojos se vieron inundados de felicidad ni de inocencia... esas que leo en ti y que no comprendo por no haberlo vivido.
    Escribes precioso, Ana, haces poesía con palabras sencillas, tocas el corazón y lo acaricias. Me haces imaginar lo que no viví y anhelarlo contigo, por ti.
    Besos miles.

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  11. Modestino, feliz es, esta pausa, pero descansada... eso ya me temo que no, que es difícil... jajajaja. He estado rodeada de enanos que no se agotan, y tenemos pendientes... ¡¡¡¡tatachánnnnn!!!
    ¡¡¡ LOS DEBERES!!! (mañana empieza la batalla)
    :))

    Driver... la estela de una niña feliz es eso... infinita. Un abrazo muy fuerte. ;))

    Lola, todo ese brillo le tienes ahí al ladito, muy cerca... en los ojos de tus peques, día a día... Un abrazo emocionado. Y una cosa, por si te sirviera; nunca, nunca, envidies nada. Ni a nadie. La vida es un círculo, y todos, tarde o temprano, encontramos lo mismo. Ante la emoción, somos lo mismo. Todos, todos los ojos lloran, pero no lo hacen a la vez. Un beso y gracias por estar aquí.

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