LA FÓRMULA PREFERIDA DEL PROFESOR

Yoko Ogawa
Ed. Funambulista.


El olvido y los afectos encuentran la palabra en este libro, en esta historia que nace a través de tres presencias. Cada una con su mirada, cada una con sus afectos, cada una con su necesidad de tender la mano hacia la esencia del otro. La narración se hace lógica, matemática, palabra; acaba en una historia entrañable que comienza así:

MI HIJO Y YO LE LLAMÁBAMOS PROFESOR. Y el profesor llamaba a mi hijo “Root”, porque su coronilla era tan plana como el signo de la raíz cuadrada. (…)

“Lo que más aborrecía el profesor en este mundo era el gentío. Por eso no quería salir de casa. Los lugares donde se aglomera la gente, estaciones de trenes, grandes almacenes, cines, centros comerciales, le resultaban difíciles de soportar. El hecho de que diversas personas se unan por pura casualidad y se arremolinen rebullendo si ningún orden, y por otro lado, la belleza que requiere el sentido matemático, eran dos universos opuestos”.


Así es como la obra presenta al profesor, ese personaje esquivo que surge desde el olvido de lo que es y ha sido, que sólo es presencia por lo que en él habita, el amor por los números, la lógica... las matemáticas. Y así todo, desde ese olvido, desde ese no saber del propio yo, el profesor es comunicación, es capaz de transmitir afecto desde su atracción por los números, porque lo que más adoraba el profesor, eran los número primos. Y al chico… al chico también lo adoraba. Ella, la madre, la asistenta, es una presencia desde la sencillez que siempre tienen las tareas cotidianas, aquello que yo trabajo a diario, aquello que yo soy con la labor de mis manos, conscientemente, aquello que habito desde mi corazón amable. Ella es un sonido apenas audible que es capaz de tocar la fibra más escondida. Tarea de silencio. Generosidad sin ruido. Presencia esencialmente sublime. Y el niño, Root. Un niño de mirada infinita, sentimientos desencontrados, afectos abiertos y una pasión: el béisbol. Una pasión que tiende lazos hacia esa persona olvidada de sí misma que es el profesor. Y de música de fondo, siempre, las matemáticas.

Una historia de sentimientos, olvidos, necesidades y afectos que se hace infinita.
"Una novela optimista que genera fe en el alma humana, contada con la belleza sencilla y verdadera de un larguísimo haikú".





_ La nube de polvo que flotaba levemente aún sobre el montículo revelaba la fuerza con que había sido lanzada la pelota. Era Enatsu lanzando la pelota más rápida de su vida. A través del hombro del uniforme a rayas verticales se veía el dorsal. El número perfecto: el 28. _

4 comentarios:

  1. Tenía magia en su cabeza.
    No sabía el porqué, pero aquel muchacho tenía magia en su cabeza.
    Se acercó al montículo con su camiseta de rayas.
    Nada más poner el pie izquierdo en el campo de juego, se le aparecía la jugada.
    Si entraba en el campo con el pie derecho, no veía nada.
    El izquierdo, siempre el izquierdo.
    Se imaginaba la jugada que todavía no se había producido.
    Los miembros del equipo contrario veían a un jugador sonriente. Cuidado.

    Sus compañeros se preguntaban el motivo de la sonrisa.
    Espectantes.

    Y así, cuando se alzaba sobre el montículo sabiendose conocedor del futuro, sentía el temor de los contrincantes, la esperanza de los compañeros.

    Se concentraba sonriendo, coqueteando con las vibraciones de los allí presentes.

    Era su secreto más evidente.

    Coronaba el montículo como si lo estuviera bajando.

    Y entonces lanzaba la bola.

    Muy fuerte.

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  2. Por cierto, la fórmula es la que comenté en el blog de Sunsi.
    e^(pi*i) +1 = 0
    Relaciona las cinco constantes má básicas de la historia de las matemáticas.
    0 y 1, la base de la aritmética
    e,la base de los logaritmos neperianos, la verdadera causa de que avanzara el cálculo de órbitas y de que comprendamos el cosmos.
    pi, la base de la geometría.
    i, la base de los números imaginarios.

    La fórmula la descubrió Euler, y nunca antes ni después nadie encontró nada tan simple, tan potente y de singular belleza.

    Dicen que la originalidad surje cuando se relacionan de forma mágica conceptos simples.

    Toda una señora fórmula, capaz de motivar un alma curiosa.

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  3. Siiiiiiiiiiiii... eso es, la mencionaste un día en la casa de Sunsi, y yo mencioné el libro... pero como en los comentarios no se puede pegar la foto... pasó desapercibido...
    ... gracias por tus comentarios, Driver, muchas gracias.
    ;))

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  4. Cuando lo mencionaste en el blog, lo busqué. Me encantó el vídeo al que hiciste referencia. Otro libro que apunto.

    Oye, Driver... se te dan las mates de maravilla. Me pierdo...Pero lo cuentas tanbonito -lo contáis tan bonito- que me da igual no enterarme.

    Besiños

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