Nunca me dura mucho rato un cabreo, sería demasiado perder. Faltaría más. Me despido por hoy con algo de lo que vivo al otro lado de la pantalla... a veces es aún más bonito, mucho más, y otras más complicado, especialmente difícil. Sea como sea, y toque como me toque, ese es mi vagón. Este es el trayecto de mi vida que mejor ha sabido medir la persona que realmente soy. Y no me bajo... me gusta a pesar de su dificultad inherente. Y ni a patadas me bajan de ahí. Puedo decirlo más alto, probablemente más claro no: este, este de ahora, es mi tren. Afortunadamente no lo he perdido.
Qué repuñetera... se me ha ahogado el alma con palpar tu sufrimiento, tu dolor, tan profundo. Letra a letra desgranando ese tango de rabia. Ana, qué daño tan grande te han hecho. Siento rabia contigo. Y tú tienes tan poca capacidad para mantener el enfado como la mía. Así no llegaremos a ninguna parte. Jolines.
ResponderEliminarJajajajaja... y más vale que sigamos así, que no lleguemos nunca a ese paisaje de rabia y no-olvido ante las vivencias que un día nos hcieron daño. Si lo miras bien, somos afortunadas. Y llegaremos gracias a nuestros olvidos, al exacto lugar. El nuestro.
ResponderEliminarY bueno, que en realidad no estoy tan enfadada... sólo hasta los mismísimos... jajajaja. ¿Se te había olvidado como eran mis resoplidos?... ;))
Un abrazo fuerte, Anita.
Después d ela tempestad viene la calma... al menos eso dicen. Que sea así¡¡¡¡
ResponderEliminarAsí ha sido... el lado positivo de mis cabreos es que duran muy poquito. Y no tengo memoria para recordar...
ResponderEliminar... además, hoy ha empezado muy bien la mañana... parole, parole, parole... jajajaja. Creo que se me quedará el soniquete durante todo el día ;))
Que sea un estupendo martes, Modestino!
Querida ana-diminuta:
ResponderEliminarMe alegro de que se te haya pasado el arranque. Tengo junto al ordendor "ese" libro: "Madre Teresa de Calcuta. Orar."
No te enfades si me pongo casposa. He encontrado un montón de anti-virus desde que lo desplazaste de tu mesilla a la mía. En momentos de cabreo profundo me ha servido el primer punto del capítulo "Virtudes". Madre Teresa lo clava. Claro... la pega es que no somos como Madre Teresa... y lo que queda...
Es muy largo para reproducirlo aquí. Todos , en mayor o menor medida, tenemos lepra. La diferencia, creo, es que no todos tienen la fortuna de que alguien, venciendo la repugnancia, se acerque ...
Muchas veces pienso dónde está el "quid" de la bondad. Cuando decimos "ahí va una persona buena" ¿Por qué lo decimos? Buena... que no es sinónimo de tonta, blanda...
Disculpa que haya emplado tu blog para rumiar. Hoy yo también tengo un cabreo. Y no sé si lo he "gestionado" bien" .
Besos, Ana de León.
Bueno... no dejemos que los cabreos nos ensombrezcan... y que tampoco cubran de sombra todo lo bueno que tiene la persona que nos causó semejante retahila o enfado. Tiempo al tiempo. Y distancia... Y sobretodo, aquí y ahora. Intentar lo que se pueda si tiene remedio. y si no, la serena distancia de las cosas. Aléjate. Sin rencor.
ResponderEliminarEn ello estamos. Un abrazo Sunsi.
Osti Ana... Lo que puede pasar en dos días sin pasar por aquí..!
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente... El dolor hay veces que se agarra al estómago y uff..!
Yo intento hacer lo que puedo en la vida... Hasta donde llegue he llegado; el resto asumo que debe ser así por algo...
Soy una pequeña caquita de mosca que vive en este universo infinito lleno de estrellas...
Así que aprovecharé la oportunidad de existir unos años, aprender y compartir con los seres que se cruzan en el rayo que es la vida...
Un besín
Santa... un abrazo. Aquí ya sabes, según como vayamos de tiempo, así van saliendo las retahilas... jajaja. Yo también me siento muchas veces así... una caquita de mosca que vive en este universo infinito lleno de estrellas... y me alegro de haberte encontrado en él. ;))
ResponderEliminar¡Ole,ole,ole! Me gusta lo que dices y cómo lo has dicho.
ResponderEliminarZambullida... cómo me gusta tu alegría, simplemente por ser tu alegría. Lo de menos es la causa.
ResponderEliminar;))
Un abrazo.