... SI ESTÁS AL LADO DE ALGUIEN QUE NO TE HACE MEJOR PERSONA, ESTÁS AMANDO A LA PERSONA EQUIVOCADA.
El jardinero fiel narra la historia de Justin Quayle, un diplomático británico enamorado de las plantas por encima de su trabajo. Justin es un hombre un tanto retraído pero complaciente que a pesar de creer mucho en sus ideales, poco hace por revelarse contra su monótona e hipócrita vida laboral. A lo largo del film el personaje evoluciona de una manera espectacular. Rompe con toda su vida y con toda su cobardía para descubrir quién es el autor del asesinato de su querida mujer Tessa.
Es una historia de amor inmensa, pero por encima de ella, está el dolor de Africa: el continente de silencio. Para mí África es algo especial. Nunca la he pisado, pero cuando veo sus paisajes en el cine, o en cualquier reportaje, siento que en cada uno de sus colores, en su cielo y en su tierra, hay algo que me emociona visiblemente. Y sin embargo, nunca, nunca, mis pies han estado en suelo africano. Y si por unos instantes, a lo que se enfrenta mi mirada es a unos ojos de infancia africana, entonces el silencio se queda en nada y el alma llora. Inevitablemente. Qué poco valen tantas vidas inocentes. Este es el duro transfondo de la película; denunciar la idea de que para proteger nuestro cómodo mundo hemos de pasar por la compra de muchos seres inocentes a un precio irrisorio. No es la primera vez que hablo de esta película, y supongo que tampoco será la última. Me encantan los colores de África, el modo en como la cámara va a posarse sobre cada una de ellos, y también, en cómo es capaz de recoger la complicidad que existe entre Tessa y Justin; una Tessa apasionada y vital al lado de la diplomacia y ensimismamiento que es Justin. Y de fondo, el sonido de África, su latido, que convertirá una historia de amor, en una razón de justicia para la humanidad. La humanidad doliente que es África; esa gran desconocida.
La película se rodó en los poblados de chabolas de Kibera y Loiyangalani, en Kenia. Las condiciones de pobreza del lugar llegaron a afectar de tal modo a los participantes en el filme que estos crearon una organización llamada, Constant Gardener Trust, para ofrecer educación básica en esos poblados. Weisz, Fiennes y Le Carré son patronos de la fundación. La novela estaría inspirada en unos hechos reales: unos ensayos ilegales llevados a cabo en niños nigerianos por empresas farmacéuticas en 1996. África no es una invención, y tampoco puede ser considerada un laboratorio. África es el dolor y la miseria de muchos millones de seres humanos.
** Esta entrada es un recuerdo hacia las personas que como Blanca (Malí), permanecen en el continente negro y dejan allí la esperanza que su sola presencia ya es. Personas que en en el futuro de su recuerdo, serán siempre la candela de luz que hoy son. Lo que tú has dejado allí, Blanca, crecerá, continuará, y en ello habitará la mirada infinita de tus ojos. Al lado de personas como tú, uno se siente bastante insignificante, esa es la verdad, pero también orgulloso de haber coincidido contigo. Y uno piensa también, en cuántas veces hemos permanecido perdidos, con nuestra comodidad a cuestas. A veces lloramos por auténticas ridiculeces, y eso, tarde o temprano, se sabe. Y pesa, pesa mucho. Gracias por tu candela.