EL MUNDO DE LA POSIBILIDAD.

"LA LOCURA TIENE UN NIVEL SUPERIOR AL DE LA CORDURA". Juan Goytisolo. 



Siempre que nos enfrentamos al éxito, cuando habitamos y trabajamos la posibilidad, hay un segundo, tan sólo un segundo, en que habitamos el fracaso. No puede ser de otro modo cuando ya se ha vivido. Cuando uno ya se ha caído y levantado otras veces. Sin embargo, el ser humano es un misterio. A pesar de los fracasos, seguimos siendo capaces de habitar la posibilidad desde la luz de la esperanza. Es sorprendente ver al ser humano levantarse, mirar al horizonte, y ponerse en camino de nuevo. Siempre ya con cierta falta de cordura; cual Quijote, miramos el horizonte del día que empieza, y sin haber perdido ninguna de nuestras locuras, volvemos al camino a la hora del alba. Ilusión. Intemperancia. Y lo hacemos a pesar de esos segundos presentidos del fracaso, que a modo de Sancho Panza, le intenten dar cordura, inteligencia y mesura a nuestra ilusión.

Sí, cuando uno ya ha vivido, cuando uno ya se ha levantado varias veces del suelo a lo largo del camino, uno vuelve a caminar. Y sabe que la soledad que habita, siempre, siempre, será consuelo. Cual Quijotes, salimos al camino una y mil veces, con nuestra pequeña mochila de posibles sin olvido, con nuestra fortaleza de fracasos vividos, y con una medida del yo clara en la retina de los ojos. Vivir es eso, ir descifrando el alma que somos. Y desde ella, salimos de nuevo al camino. Es así, sólo el camino es significado y la locura los zapatos con los que damos un primer paso de nuevo. Es así. Una y otra vez. Volveremos a plantar nuestra casa en los campos de destrucción que hemos pisado. Volveremos a intentarlo. Nada es tan tenaz como la esperanza. Es capaz de vencer cualquier miedo, incertidumbre, abismo que se le enfrente. Sin armadura. ¡Ah... esa nacionalidad cervantina!