INFANCIA INFINITA

Son niños menores de cinco años, pasan hambre y sufren de desnutrición. En el mundo hay 146 millones, lo que representa el 27% de esta población infantil en los países en desarrollo (...) Unicef denunció esta terrible situación, que afecta sobre todo a África e India, y recordó que la batalla contra la desnutrición infantil apenas ha logrado avances en los últimos 15 años. Este fracaso convierte en prácticamente imposible alcanzar la meta fijada por la ONU para 2015 de reducir a la mitad el hambre de los niños.
Fuente: El País.



En la infancia habita todo lo que somos.

El mundo que vieron nuestros ojos de niño, los sentimientos que entonces afloraron, las miradas que enfrentamos... eso, eso siempre permanece. El sonido está ahí... en lo más hondo de nuestro cerebro. Luego nos convertimos en adultos. Y de fondo seguiremos oyendo aquella risa... o no.

La risa africana es la risa de infancia por excelencia.
Ojalá habitase en el mundo de cada niño...
... ojalá.

(Dedicado a Mieria y a Blanca... por sostener sonrisas africanas)

Amanecer.
El sol cacareó,
despertando a todas las hierbas,
el búho se puso el gorro de dormir,
las ciruelas se llenaron de azúcar
como las tazas de los niños
y la madeja de lana balaba
porque quería ser toquilla...
... quería ser toquilla.
Gloria Fuertes

3 comentarios:

  1. Qué lindo te quedó... hedbana. Qué lindo pero qué duro lo que hay detrás.

    Sonrisas africanas, con maestros, con pan, con juegos. Infancias africanas como las nuestras.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Sí Sunsi... qué duro lo que hay detrás. Y están Mireia y Blanca. Allí... sosteniendo el mundo.

    ResponderEliminar
  3. Quizás el ver cómo se derrochan millones de euros en comprar futbolistas, yates, o mansiones y nadie pone un grito en el aire sea igual de frustante...

    Dejo una poesía de Gloria que me sé de memoria:

    A VECES QUIERO PREGUNTARTE...

    A veces quiero preguntarte cosas,
    y me intimidas tú con la mirada,
    y retorno al silencio contagiada
    del tímido perfume de tus rosas.
    A veces quise no soñar contigo,
    y cuanto más quería más soñaba,
    por tus versos que yo saboreaba,
    tú el rico de poemas, yo el mendigo.
    Pero yo no adivino lo que invento,
    y nunca inventaré lo que adivino
    del nombre esclavo de mi pensamiento.
    Adivino que no soy tu contento,
    que a veces me recuerdas, imagino,
    y al írtelo a decir mi voz no siento.

    Muuuuuuy interesantes tus pensamientos de este blog Enhorabuena!!

    Un saludo afectuoso

    ResponderEliminar