EN ESTE MI TIEMPO... EN EL QUE SIN ESTAR TÚ,
AÚN SE LLENA CON TU PRESENCIA,
EN ESTE TIEMPO... TE ECHO DE MENOS.
EN ESTE TIEMPO, EN EL QUE AÚN SIENTO
TU CUERPO ACURRUCADO ENCIMA DE MI HOMBRO.
ana
(...)
Que hay otro ser por el que miro el mundo
porque me está queriendo con sus ojos.
Que hay otra voz con la que digo cosas
no sospechadas por mi gran silencio;
y es que también me quiere con su voz.
Pedro Salinas
(...)
Y nada, nada, de lo que ocurrió después,
ni de lo que ya hubo antes
tuvo el peso inolvidable de tu cuerpo acurrucado.
Nada fue nunca el regalo más grande,
nada que no fuera el peso de tu cuerpo
dormido sobre el mío.
Nada, nunca, diminuta ana.
Imagen: Pintura de Jose Luis Quereda. Pintor mallorquín. Persona infinita.
Música: Roy Orbison. A love so beautiful.
Ese tiempo... en el que comienzas a echar de menos... y cierras los ojos y aún sientes la presencia, aún percibes el olor... no recuerdas, aún sientes.
ResponderEliminarSí Rocío... y sún el olor, y casi la presión ...de esa niña acurrucada que sueña con infinitas nubes, ahí tan colocadita sobre mi hombro... se podría tocar... mientras suena esta melodía.
ResponderEliminarEcho de menos la sonrisa de mi peque, que se ha ido unos días de vacaciones... ainsss
Ana, impresionantes tus cinco versos, y los de Pedro Salinas y la sextina última, vaya conjunto tan bien ligado! cuánto sabes...
ResponderEliminarEn mi blog "Jardin de Epicuro" precisamente hoy hablo de poetas, de los buenos, claro.
Un abrazo
Montse... pero si no tengo ni idea.
ResponderEliminarPero ni la más remota idea. Y si algo bonito ha salido en esas mis palabras, ahí no estoy yo, está ella... sólo ella.
Gracias, gracias de todos modos.
Saludos.
Anita... Cómo se echa de menos al hijo. Precioso todo lo que cuelgas. Estoy con Almendrado... tienes muy buen gusto.
ResponderEliminar"De vez en cuando la vida..." nos presta la ausencia para que deseemos con más intensidad la presencia.
Besos a tu chiquitina y otro para ti.
Sí mucho... la de veces que ellos sin saberlo, sostienen nuestro mundo ¿verdad?.
ResponderEliminarManos poderosas, esas, tan chiquitinas. Y fuertes.