PALABRAS



Cruzar la línea blanca, esa hoja de papel en blanco. Plasmar esas historias que se intuyen ante el dolor. Y la dificultad... no hay palabras. Sólo existe una imagen, esa que se mantendrá para siempre en la retina, solo ese mínimo instante en el que ocurren las cosas. Yo no tengo palabras, aunque sé que las hay, que otros lo han sabido contar. Yo sólo tengo esa imagen, como un cuadro de silencio impreso para siempre en la memoria. Un cuadro en el que la vida nos asalta y nos invade a traición a los que allí estamos presenciando el infinito misterio que supone vivir. Porque la vida, y cómo no, la muerte, se presentan así; arrebatadoramente misteriosas con toda su desnudez.

En ese instante no cabe nada más, sólo un puro silencio sonoro. Pero no es el único silencio sonoro que yo conozco, no. La literatura es otro de esos silencios. En algunos cuentos la vida y la muerte se tornan palabra, relato, misterio y sabiduría. El sufrimiento y el fracaso, esa verdadera medida del hombre, fue ahí encontrada, en la literatura, en ese espacio que tiene la vida cuando se presenta como humanidad doliente.

Para mí las palabras no existen en ese instante álgido y misterioso. Ante el sufrimiento yo me siento alguien que recoge algo infinito con la mirada, y las más de las veces no soy capaz de traducirlo a palabras. En esa instancia no hay diálogos. Te podría hablar de rostros, miradas, lágrimas, manos. distancias... y silencio, sonoro y puro silencio que se torna esperanza justo en ese instante en que la finitud se dibuja. El final de un ser humano te golpea en lo más hondo del alma.

Yo no he llegado a encontrar la palabra, esa palabra perdida. No sé de las palabras que un día quizá construyan mi relato. Pero hay quien sí las ha sabido pronunciar. El misterio permanece en esos cortos relatos que releo muchas. Palabras que se fijan en mi alma y hacen comprensible cada paso que doy. Tantas, y tantas palabras. Existen relatos que se convierten en el interlocutor necesario, en el receptor de nuestros silencios. Relatos llenos de silencio sonoro. En sus historias existe el latido de la vida. La vida, esa hermosa palabra perdida que hemos de llegar a saber pronunciarnos. En silencio, siempre en silencio.

Una película sin palabras: Una película hablada.

11 comentarios:

  1. Lo he visto hacer varias veces.
    Yo no se si podría.
    ...
    Vas a un funeral.
    Al terminar el oficio religioso, un familiar toma la palabra, se dirige a los asistentes, y pronuncia unas palabras de despedida.
    "Nos hemos reunido para despedir a..., era un alma noble,...la belleza persiste porque la auténtica naturaleza de su traza consiste en la mirada de los hijos, en lo aprendido por los nietos ,en lo vivido con los amigos".
    X, se ha marchado, pero el sentido de su bondad permanece en nuestra vida.
    Sepamos honrarla.
    ...
    Y luego coge el papelillo, lo dobla, se lo guarda en el bolsillo y da un primer paso.
    Ese primer paso me parece enorme.
    Los que son capaces de dar ese primer paso después de leer una despedida, se me antojan gigantes.
    Gigantes de las palabras.

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  2. Ana, llego a ti por Sunsi.
    Me gustaría encontrar a veces las palabras que me expliquen a mi misma lo que las miradas, los silencios, la muerte, el dolor no lo explica por si mismo.

    A veces es como una bala que te llega muy adentro y quieres buscar en otros lo que tu no sabes decir. Y buscas, lees y por dentro dices: " no es eso, no es eso"
    ¿Qué se puede hacer en estos casos?

    Me alegro de saludarte

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  3. Driver... son gigantes de alma. Poder sostener la palabra en los labios cuando el alma tiene tanto dolor, ser capaces de expresar ante el dolor de la ausencia es un don especial. Es ser gigante de alma, un funambulista ante los sentimientos desencontrados.

    Difícil equilibrio ese, el que se da entre la capacidad de nuestras palabras y el dolor de alma. y saben estar, sostienen su dolor y mantienen la palabra. Pasos de gigane, sí.

    Yo no... no podría, no... Un nudo me suele dejar muda y las lágrimas no me dejan ver... nada.

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  4. hace días que no pasaba, que el verano y las niñas me dan menos tiempo.
    me ha encantado el texto de hoy,
    A veces es dificil decir segun que palabraS Y otras es mejor decirlas. El misterio de las palabras , un gran enigma..
    un beso

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  5. hace días que no pasaba, que el verano y las niñas me dan menos tiempo.
    me ha encantado el texto de hoy,
    A veces es dificil decir segun que palabraS Y otras es mejor decirlas. El misterio de las palabras , un gran enigma..
    un beso

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  6. hace días que no pasaba, que el verano y las niñas me dan menos tiempo.
    me ha encantado el texto de hoy,
    A veces es dificil decir segun que palabraS Y otras es mejor decirlas. El misterio de las palabras , un gran enigma..
    un beso

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  7. hace días que no pasaba, que el verano y las niñas me dan menos tiempo.
    me ha encantado el texto de hoy,
    A veces es dificil decir segun que palabraS Y otras es mejor decirlas. El misterio de las palabras , un gran enigma..
    un beso

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  8. Hola Mireia, qué bien que estés por aquí a raticos.

    Sí, que necesarias son las palabras perdidas... querer buscar esa palabra perdida, esas palabras que sean capaces de contarnos lo que sentimos, nuestra impotencia, nuestra desnudez... y que transciendan, que tengan esa capacidad que sólo el ser humano tiene de sobrepasar lo vivido y saber que es además... otra cosa. Transcender. Irrefrenable tendencia de la persona.

    Yo he encontrado muchas palabras perdidas en los textos de María Zambrano, en los relatos de José Jiménez Lozano, en los cuentos y novelas de Mario Lacruz. ¡Tantos autores, tantas palabras me han enseñado a mirar de verdad!

    Me he agarrado con verdadero tesón a la tabla de salvación que suele ser la lectura. Y siempre he transcendido, me ha hecho mirar desde arriba aquello que en un principio no sabía contarme a mi misma. Siento enorme gratitud por todas esas palabras que esos autores nos dejaron así, tan generosamente: como una tabla a la que asirse para poder coger aire.

    Sé cuánto has expresado... en tus frases cortas. Sñe de esa impotencia que a priori, sólo sabe sostenerse con una oración en los labios.

    Te dejo estas palabras de la filósofa María Zambrano, a modo de tablilla.

    "Territorio de la quietud: El lugar de nuestras certidumbres, de todo aquello de lo que no dudamos y que nos sostiene en todo trance difícil. Creencias. La realidad.

    La realidad es siempre transcendente.

    (...)

    Felicidad invisible que nos permite soportar la carga de nuestra desdicha. No dejar que la vida se nos vacíe de sentido, ni que el mundo ni la realidad se deslicen, se hagan fantasma de sí misma. No permanecer solos en esa soledad sin igual".

    Mireia, bucea un ratito en tus ojos, en ese modo que tienes de mirar las cosas... todo lo que has visto. Ahí encontrarás tu alma funambulista, la presencia que sabe de equilibrio.

    Un último párrafo de la filósofa:

    "¿Nos es cuestión la realidad proque nos hemos perdido a nosotros mismos, o por el contrario, por haberla perdido, por haberse desrealizadonuestro mundo, nos hemos quedado vacíos?"


    Hay palabras que son verdaderos abismos, precipicios que si se saltan, hacen de esas palabras perdidas toda una tabla de salvación.

    Encantada de saludarte Mieria. Y de que te asomes a raticos en esta ventana.

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  9. Blasncael... veo claramente que sí, que tienes menos tiempo en verano... y que tienes gran ilusión por expresar... jajajaja.

    Y por si no lo teníamos claro... cuatro veces te ha salido el comentario!!!

    A mí sin embargo sí me resulta sencillo decir que me encanta que te pases por aquí... ;))

    ... y lo escribiría también cuatro veces...

    me encanta que te pases por aquí
    me encanta que te pases pro aquí
    me encanta que te pases por aquí
    me encanta que te pases por aquí...

    genial!!!

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  10. Ana, reina mora, pero tú es que eres como el "Rayo que no cesa". Entro en tu blog y me encuentro tres entradas nuevas. No voy a dar a basto contigo, Dios mío. Y como lo que expresas no tiene desperdicio... lo voy a tener que masticar poco a poco.

    He leído a Mireia... mi querida amiga Mireia... De Ley. Te lo aseguro.

    La palabra, Ana... el milagro de encontrarla para decir. ¿Recuerdas a J.R. Jiménez? "Intelijencia , dame el nombre exacto de las cosas..."

    Yo diría... Corazón, explicame cómo se llama este sufrimiento, esta mirada infinita, este amor que no me cabe dentro... Corazón... explícame cómo hace Ana para acariciar las palabras...

    Besos, escritora.

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  11. Las palabras... son las que otro dejaron Sunsi. Las que nos regalaron y que nosotros recogemos con tanta necesidad...

    Patons.
    Vagi be.

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