LIMITACIONES

En el tiempo en que vivimos aquí, como seres vivos que somos, el cuerpo es el que nos delimita. Y lo hace con profundidad, biográficamente. Yo soy esta masa en concreto y no otra. Sólo puedo ser para los otros, sólo puedo ser yo desde el cuerpo que me es dado. Creo que es una de las limitaciones más concretas, más evidentes, la primera, con la que nos encontramos. Pero también somos alma, aquella que transcenderá cada una de las circunstancias que vayan aconteciéndole a nuestro camino. Que también sabrá elevarse sobre cada una de las limitaciones físicas con las que ese cuerpo, se ha de encontrar.

Olvidar esto es olvidar que somos simple y llanamente, seres humanos. Con errores, limitaciones, con muchas grandezas y miserias. Olvidar nuestra condición de seres creados, libres pero limitados, nos encumbra, y nos hace colocarnos demasiado distantes de la comprensión y la empatía hacia el otro, hacia ese otro que es igual que yo, que tiene la misma posibilidad de errar.

La equivocación como posibilidad habita en cada uno de nosotros. Nadie es más que nadie. Detrás de todos esos seres humanos que se olvidan de lo más evidente, está la soberbia. La soberbia es uno de los sentimientos más alienantes que pueda albergar el ser humano. Esa equivocada percepción del yo que nos lleva a sentirnos en legítima autoridad para guiar a los otros, que nos hace ver siempre la paja en el ojo ajeno, antes que la viga que tenemos metida en el nuestro. La soberbia es una bofetada a la caridad, a la humildad. El problema se hace evidente cuando se predican unas supuestas verdades con tal desvergüenza, que ponen en evidencia el desprecio que se tiene sobre el juicio ajeno, y que supone un total acto de marginación y aislamiento del otro que debería provocar en nosotros siempre una vergüenza bochornosa. Y no siempre sucede así. Lamentablemente.
(…)

“No discutas nunca; Cristo nunca discutió, predicaba y reuía toda discusión. No rebatas nunca las opiniones ajenas porque eso es querer aparecer más fuerte que tu prójimo y domeñarlo. Expón con sinceridad y sencillez tu sentir y deja que la verdad obre por sí sobre la mente de tu hermano; que le gane ella, y no que le sojuzgues tú. La verdad que le profieras no es tuya; está sobre ti, y se basta a sí misma.”
Miguel de Unamuno


11 comentarios:

  1. Magnífica entrada, de verdad. El otro día, a propósito de lla intervención profesional de una persona, pensaba en que su gran problema era que tenía un ego tal que era incapaz de darse cuenta de sus defectos, errores, limitaciones, ... de manera que nunca podría rectificarlos.

    La existencia de esas limitaciones es algo que nos puede acabar enriqueciendo, si somos conscientes de nuestras equivocaciones, si ssabemos pedir perdón, rectificar.

    Otro tema, que a mí también me parece muy sugerente, es el de aquellos que no consienten el error ajeno, los perfeccionistas, los rigurosos, los que llevan la exigencia más allá de lo sensato.

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  2. Quizá todo tenga de fondo esa incapacidad que a veces nos mantiene rígidos, incapaces de cimbrear, de dejarse ladear un poco por el viento... dar paso a lo sorprendente, aquello que no se espera.

    Que sea un estupendo día Modestino.

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  3. ¡Jo Ana!
    ¡Otra vez se te olvida ponernos la traducción de la canción!
    ¡A currar!
    ...
    LOOK OF LOVE (GESTO DE AMOR)

    Ya no discuto contigo,
    no merece la pena, mi amor.

    Las palabras se envenenan,
    y rompen en profundo dolor.

    Hoy voy a mirarte,
    a escucharte una canción,
    acompañarte en la tarde,
    dejar pasar el tiempo,
    viendo crecer la emoción.

    Me cimbreo en el humbral,
    o me apoyo en la columna,
    enmedio de tu salón.

    Te devuelvo la mirada,
    o al revés,
    me la devuelves tú.

    Ya no discuto contigo,
    no merece la pena, amor.

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  4. Pues vale, Driver. Ya no habrá discusión. Sólo palabra volanderas. Tienes un e-mail. Un abrazo socio.

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  5. Ana, hija ... qué puntería. Un post magnífico, de los que te hacen pensar y mucho. La limitación del cuerpo. Hay tema para rato. La soberbia... Buf... Errar, no admitirlo y , como ha dicho Modestino , no admitir tampoco los errores de los demás.

    Gracias, Ana de León. Haca falta, creo, tocar temas así, con es tono delicado tan personal, tan tuyo... sin acritud.

    Un beso.

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  6. Tu correo recibí,
    y lo leo encantado,
    busco un ratejo para seguir.
    Nuestro proyecto...
    va encaminado.

    Más seguiré tu consejo,
    socia y amiga leonesa,
    lo haré despacio y sin prisas,
    cual mayúscula mahonesa.

    Que las prisas son muy malas,
    consejeras y asesinas,
    que te roban la paciencia,
    que te aflojan la sonrisa.

    Este caldo a fuego lento,
    ha de ser bien cocinado,
    pues el sabor a pueblo,
    es el olor a bien hornado.

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  7. A veces somos demasiado rígidos, Sunsi; con nosotros mismos, con los demás. Limitaciones que tenemos. A ver... a ver... si van siendo cada vez más pequeñas. Gracias por todo Sunsi, muchísimas gracias por tu tiempo.

    Driver... eso es, despacio, a cachitos... recolocando palabras volanderas. Un abrazo.

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  8. Hay que ser humildes, para saber que tenemos muuuucho que aprender en la vida...

    Cómo me gusta la Diana, en especial este disco y la canción esta y la de 'Bésame mucho'

    Muchos Besos Ana

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  9. Un abrazo Santa. Y sí, humildes... y fantástica Diana.

    Que tengáis un estupendo sábado.

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  10. Hermoso como siempre.. la canción impecable..

    Un placer pasar por tu espacio..

    Un abrazo
    Saludos fraternos.

    Que tengas un feliz fin de semana..

    Pd:Por problemas de salud estuve ausente estos últimos días,
    ya me pondré a la altura de sus blog para comentarles..

    Pido disculpas por no poder pasar por sus blogs..

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  11. Adolfo, muchas gracias por tu amable comentario. Deseo que estés recuperado del todo. Y no te tomes jamás este blog como una obligación... sin disculpas. No se necesitan. Un abrazo.

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