PAUSA

"HABÍA ABIERTO UN POCO LA VENTANA DE LA CABINA Y LA FRÍA LLUVIA CAYÓ SOBRE MÍ HASTA QUE QUEDÉ COMPLETAMENTE HELADA. PENSÉ QUE SERÍA MUY AGRADABLE TOMAR UNA TAZA DE CHOCOLATE CALIENTE. LO HICE Y FUE ESTUPENDO. RESULTÓ SER LA MEJOR TAZA DE CHOCOLOTATE QUE HE TOMADO NUNCA, A 2.500 m. DE ALTITUD, EN MEDIO DEL OCÉANO PACÍFICO. COMPLETAMENTE SOLA."
Amelia Earhart (1897-1937)


Harbour Grace, Terranova. Amelia oyó el último mensaje que le enviaba su marido, estrechó la mano de Balchen, su mecánico, y subió a la cabina de su Vega monoplano. Aceleró el motor a fondo. Era el 21 de abril de 1932, pasados unos minutos de las siete de la tarde.

A partir de aquel momento, estuvo complentamente sola.


4 comentarios:

  1. NO ESTABA SOLA ESTABA CONDIOS, MUY BONITA LA HISTORIA Y LA MUSICA

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  2. ... esa soledad tiene mucho de compañía, sí. Pero hay que saber mirar.

    Un abrazo Lambertus.

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  3. Hola Ana, llego hasta ti desde "El umbral de la noche". Y con tu permiso, me quedo por aquí.
    La Soledad deseada es la mejor aliada. sólo cuando es impuesta se vuelve insoportable.
    Un abrazo!!

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  4. La soledad tiene siempre dos caras... como todo. Encantada de que estés por aquí Silvia. Me ha alegrado descubrir en tu blog que eres compañera de fatigas laborales. Un abrazo.

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