Ellos nos están siempre esperando, siempre. Encuentran mil maneras diferentes para poder estar cuando llegamos al final de nuestra jornada, para vernos, para tocarnos, incluso, para hacernos rabiar un poco. Siempre se les olvida algo, se quedan como a medio camino. Lo han intentado, pero son niños. Ellos, que nos han echado de menos tan en silencio toda esa tarde que se nos pasó tan rápido. No dejemos que les reciba una mala cara por un mal día, o un mal gesto porque no han hecho las cosas como esperábamos que las hicieran. Están aprendiendo a hacerse mayores. No es fácil estar todo el día sin alguien que esté detrás, empujando. Y nosotros, nosotros hemos de saber sonreír; sus aciertos, sus errores. A su lado, y sonreír. No le dejemos al silencio las riendas de nuestra mirada. Nunca. Que sea siempre el hilo de nuestra voz cuando sonríe. Siempre una infinita sonrisa como protagonista. Incluso en ese momento, en el que se les está repasando la cartilla, bien leída... esa que su egoísmo de niños no les dejó terminar.
Se intuyen, a veces, niños tan solos... tan olvidados.
Videojuegos, televisión, teléfono móvil y soledad... El 27% de los niños de España se sienten solos al llegar a casa tras la jornada el escolar y echan mano de la tele o el ordenador para pasar el rato, según destaca la Encuesta de Infancia en España 2008. Es significativo el alto porcentaje de chavales entre los 6 y 11 años que disponen de teléfono móvil, un 43%. El móvil es el aparato por el que unos niños que se sienten solos consiguen comunicarse con sus padres. Un 17% de los menores encuestados, tras pasar la mañana en el colegio, no ve a sus progenitores en toda la tarde. Este estudio, realizado por los investigadores Fernando Vidal y Rosalía Mota, muestra que el 74% de los niños de 6 a 11 años y el 52% de los preadolescentes cuentan con alguien de la familia que les ayuda en los deberes escolares. Mientras que hay un 1.250.000 niños que no tienen quien a los ayude en sus estudios. El estudio señala además que los niños que viven en pueblos son más felices que los de ciudad...
Fuente: El País.
Me quedo con la solidaridad de tus palabras..
ResponderEliminarUn gusto pasar siempre a leerte..
Un abrazo
Con mis
Saludos fraternos de siempre...
Que tengas un buen fin de semana...
Ana, muy interesante el tema y muy buenos tus argumentos.
ResponderEliminarQue importante és estar ahí siempre...
Las costumbres de la sociedad actual, no generan precisamente, la comunicacion con los hijos, pero es de vital importancia.
Un abrazo
La vida a veces nos arrastra en su trajin frenetico y nos resta tiempo de estar con los enanos. Sin embargo, creo que es mas importante la calidad del tiempo que pases con ellos que la cantidad. O por lo menos eso quiero creer.
ResponderEliminarMuchos besos Ana
Lo cierto es que vivimos en un mundo creado por el gran capital,olvidamos las verdaderas preferencias de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Qué te digo que tú no sepas, Anita? La presencia, siempre que se pueda. Presencia presente...que hay veces que las presencias son lo más parecido a un ausencia. Es mucho más que estar, Ana. Lo sabes muy bien. Me ha encantado el post.
ResponderEliminar¿Cómo andas?.
Un beso sonoro...para ti y para Anita.
Gracias Adolfo, por tu constancia en dejarme buenos deseos.
ResponderEliminarMarypaz, un beso muy fuerte. A los padres se nos presente un importante reto, a ver si lo salvamos honestamente.
Alfonso, yo creo que eso de la cantidad y la calidad... es un consuelo absurdo y equivocado. Necesitan que estemos con ellos, unas veces nos saldrá mejor, otras no tanto, y algunas pésimamente... pero hay que procurar que ese tiempo no sea escaso. Se trata de estar, sólo estar. Y nunca poca cosa, si puede ser. A ellos normalmente les sabe a poco... y están deseando nuestra compañía. Lo he visto esta temporada, en que ella ha sentido que ya no hay tanto tiempo... como antes. Y me alegro infinitamente que mi peque no forme parte de esa estadística... haya perdido lo que haya perdido. La verdad es que se me ha devuelto con creces...
Tony... ¿qué absurdo verdad?... olvidarnos de algo tan esencial, de algo, de alguien, que tiene tanto que ofrecernos... que nos regala tanto con sólo mirarnos. Gracias por entrar en esta ventana con tu comentario.
Sunsi, sí... la presencia. Y aquí ando, intentando ser presencia tooodo el rato que puedo. Y entre deberes y tablas de multiplicar... y divisiones... y Kika superbruja... jajajajaja. Un abrazo muy fuerrrrrte. ;))