TÚ, DIMINUTA...

... QUE TAMBIÉN ERES LO QUE YO SOY.

Tú, que eres tantas cosas, que miras tantas cosas nuevas y las aprendes, las recoges, y me las regalas. Que las espolvoreas y les das la vuelta. Que giras y giras sobre tu mundo de lunas. Tú, enanita, que habitas en mi tiempo, que aún permaneces a mi lado. Te quiero. A tí, que eres además de tí misma, eso otro que yo también soy.

Y pienso en cada una de las veces en que tu mirada dibujó la mía, en que tu voz tuvo el sonido de mi voz, en que tu risa se parecía al sonido de la mía. También en cada momento en que tus rabietas eran exactitas, tan igualitas a las mías. Ay, ese genio y su figura, hija mía. A menudo me veo en tí, así, en diminuto. ¿Sabes?, ya no me he vuelto a preguntar de dónde te salió esa luna. Esa maravillosa luna, mi diminuta ana. Muy bien sé de dónde ha salido... y de su libertad irremediable.

Así son los niños, un pequeño reflejo de lo que nosostros cada día le regalamos al mundo. De lo que nosotros somos.

6 comentarios:

  1. Hola Ana, también en la antigua lengua griega, gymnós significaba ‘desnudo’. Los atletas competían sin ropas, como podemos apreciar en las esculturas de Praxíteles. La indumentaria era la misma de los alumnos y docentes de algunas escuelas de filosofía, como la de los gimnosofistas, así llamados porque acudían a clase sin ropa.

    Por esa razón, la palabra gymnasion se aplicó tanto al sitio usado para la práctica de ejercicios físicos como a algunos lugares de enseñanza.

    Saludos desde la ciudad Condal fría y lluviosa.

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  2. Ay ay ay...los jodios crios. Cuando estas con ellos te vuelven loco, pero no puedes estar mucho sin ellos.

    Bonito comentario Salamandra

    un abrazo

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  3. Me da igual que se equivoquen.
    Que se olviden del horario.
    Que no sepan la fecha del control.
    Que se olviden de la reunión de planificación.
    Que no sepan donde han dejado el cuaderno de sociales.
    Que se dejen las gafas de bucear en la playa.
    Que ni oigan el despertador.
    ...
    Me da igual.
    ...
    Ellos, en su tierna juventud inmadura, en su caos compositivo, en su indubitativa duda, en su corto peregrinar, en su frágil andadura..., tienen lo que yo siempre añoro.
    Aquellos átomos con los se construye la eternidad.
    El reino de los persas.
    La retaila del cuento.
    La luz esplendorosa.
    La sal de la vida.
    El azul infinito.
    ...
    Ellos son los átomos de la esperanza.
    Más de lo que somos tú y yo, chico.

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  4. Salamandra, un saludo afectuoso. Gracias por la aclaración. Y ánimo con esa tu Ciudad Condal lluviosa, si necesitas sol... por aquí anda aún, pero con días fresquitos.

    Alfonso... una vez que llegan, imposible recordar que tuvimos una vida vivida sin ellos... es que no es ya ni recordada... jajajaja. Esto es para siempre, sí. ;)) Ánimos hasta el infinito... y un besote.

    Ellos son los átomos de la esperanza... ellos... lo son todo ya. Driver lo has descrito muy bien. Un abrazo.

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  5. Ana, cuanta poesia en tus palabras...y cuanto amor...
    Besos

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  6. ... y luego, Marypaz, en un momento, me sale todo lo cascarrabias que soy, y se estropea todo... todo... y todo.

    Eso sí, sigue habiendo muuuucho cariño. Siempre.

    Un beso.

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