AGENDAS FRÁGILES QUE DEJAN HUELLA


Hoy era mi día libre. Había programado la mañana para mí; un tiempo de lectura, un paseo, ir a una librería y tomar un café con una amiga. Yo en mi mundo y la diminuta en el suyo. Luego a la una del mediodía iría a buscarla al cole, comeríamos juntas, sestearíamos alguna lectura y nos pondríamos manos a la obra con los deberes. Todo ligero y con buen tono. Sí, había planeado un día estupendo; un día de compartimentos estanco. Olía a libertad y todo...

Al final no los hubo, no estuvimos cada una en su compartimento, no hubo estanco. Este martes… ¡juntitas las dos! Que para eso somos unas Gilmore… ¡olé!

(...)

Diminuta ha estado destrozada por la alergia, no ha pegado ojo en dos noches tanto toser y tanto respirar mal. Que si ahora bebo agua y luego me levanto al baño a hacer pis. Toda la noche sin descansar, como dice la canción, pero reír, no reíamos, no. Así que de mañana, a las ocho, ¿quién la despertaba? Su madre lo tenía claro; ella no. Así que se quedó durmiendo. Por un momento recordé la agenda que había diseñado y le di la vuelta. Cambié rauda y veloz la hoja que ponía: Martes ocho de junio, mañana libre.

Lo primero que hice fue hacer café. Luego abrir persianas; día nublado pero luminoso. Nubes blancas. Hice mi cama, me agarré un libro y aproveché esa tranquilidad mañanera. Me quedé sentada en el sofá sin llegar a abrir el libro. Nube blanca en el salón. Enseguida se notó el olor a café y me lancé sobre la cafetera; desayuno. Un sol estupendo en la cocina. Pausa. Silencio. Y ocurrió, ahí estaba, la escritura. Salían, salían las palabras.

Oigo uno pasos perezosos. Diminuta despertó. Se coloca detrás de mi silla, se fija en la pantalla del ordenador y apoya su cabeza en mi hombro. Sus ojos son preciosos cuando despiertan. No parece haber rastro del cansancio que ayer le arrastraba por los suelos. Preparamos su desayuno y le acompaño mientras lo saborea. Le gusta mucho el desayuno. Yo me deleito en el segundo café de la mañana. Recogemos la cocina. Diminuta empieza a protestar, sabe que ahora toca la parte que muy a su pesar, no es negociable.

_ No mami, estoy enferma, no quiero hacer los deberes ni estudiar… Los niños enfermos ven la tele…_ Lo dice simulando un cansancio del que no se encuentra sombra. Miro y miro, pero sus ojos son esplendorosos. Y su rostro una rosa.

_ No hija, hay que trabajar algo. Hoy no vas al cole porque has tenido que descansar, y has dormido muy bien, así que ahora toca hacer algunas cosillas. _ Saco el libro de cono y el de inglés. Ella me mira con cara de pocos amigos. Lo sé, su mamá es la más fea y mala del mundo. Eso lo sabemos todas las madres.

Acabamos instaladas en el salón no sin sus insistentes protestas, en eso es tenaz, y tras una pequeña discusión consigo que se siente en la mesa. No hay rendición, así que acabamos estudiando. La vida de los seres humanos hace miles de años. Prehistoria, Roma y Edad Media. Me fijo en como lee y en mi interior le digo adiós a mi mañana de compartimentos estanco.

Soy feliz. Muchas veces pienso en ese pequeño (¿pequeño?...) saco de proyectos futuros que tengo en algún lugar de mi cabeza. Pienso en todo lo que se ha quedado en el camino. Pero cuando miro las huellas que he pisado en ese camino, no puedo menos que sonreír. Es un camino que se me figura de arena, de esa arena fina que tienen algunas playas. En él hay dos huellas chiquitinas acompañando las mías, y conforme avanzan en el camino, se van haciendo más grandes. Las miro una y otra vez. Luego sigo imaginando. Pienso en el día en que esas huellas, ya más grandes, giren hacia algún lado, hacia ese lado ya habitado por la libertad. Un giro que es vuelo. Y me gusta imaginar que a esas huellas que crecieron a mi lado se unen otras huellas diminutas. Así, hasta dejar en la arena la marca de huellas infinitas que siempre están enlazadas en un antes y en un después. Cuando las imagino, veo la esencia narrada de mis pasos, esos que ahora doy. Y la narración de los pasos que me precedieron. Y si me giro un poco, puedo incluso ver los pasos que no di. Están ahí, en el saco de proyectos que se queda en mi memoria, que no se sabe si algún día podrán ser huella. Vuelvo a mirar mis pasos. Los que di. Los que doy. Y los que, probablemente, nunca daré...

… sí, soy feliz.


** (...) lo sé, demasiada Gilmore... pero... estamos en junio. Y no hay rincón de silencio que la supere... :)))) Aunque si lo pienso, si no fuera junio, daría igual. Estaré. Te quiero, diminuta... por si a esta alturas, aún no te has enterado.

12 comentarios:

  1. Derramas tanta ternura en tus palabras... huelo el café de tu cocina, percibo la luz de tu casa, veo los ojos de tu peque, siento la teclas en tus dedos según escribes.
    Eres magia, Ana.
    Escribes precioso.
    Ella lo sabe. Sabe que la quieres.
    Besos miles

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  2. Es que te equivocaste desde el principio Hemmana. Los niños HUELEN nuestros días libres. A kilómetros. Así que, un día libre no se apunta en una agenda, jamás :-)

    Me ha gustado la imagen de las huellas caminando en esa arena fina. Que crecen, las que no se han dado. Las que no se han dado, y las que se darán, y las que nos esforzaremos en borrar.

    Anda, vuelve a poner la cafetera al fuego, que éste te lo tomas conmigo.

    Besos para la diminuta de increíbles ojos negros. Y para ti.

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  3. Ni demasiada Gilmore, ni nada.
    Es, sencillamente, la vida plena en estado puro. Lo sé porque lo vivo todos los días, con discusiones (difíciles y bruscas discusiones) con dos diminutos.
    Hace mucho, mucho que no he leído un párrafo tan intenso, bello y estremecedor como el último: soy feliz...
    Impresionado.

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  4. "Se coloca detrás de mi silla, se fija en la pantalla del ordenador y apoya su cabeza en mi hombro. Sus ojos son preciosos cuando despiertan".

    Por ése momento vale la pena romper las agendas, y reirse al contemplar los pasos que no hemos dado ni daremos.
    Cuestion de felicidad.

    Mil gracias, Ana. Besicos.

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  5. Muchas veces demostramos lo que valemos cuando sabemos cambiar la agenda, adaptarnos a los planes de los demás, romper los nuestros con buena cara ... y a veces demostramos lo que no valemos, también es cierto.

    Besos a diminuta.

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  6. Ana, estoy segura que muchas huellas, diminutas y grandes, acompañaran las tuyas en ese caminar que describes. Huellas, llenas del vivir diario, con la aparente normalidad de lo cotidiano, pero lleno de una heroicidad solo compatible con el verdadero amor.
    Un beso Ana

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  7. No sé si yo sabría ser madre o al menos tan buena madre como tú.

    El texto precioso, todo él. Los días libres te sientan bien.

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  8. Los planes no planeados son los que mejor resultan. Qué envidia me diste, con el día de no parar que tuve yo hoy.
    Y ¿sábes?
    Me encanta pasar mi tiempo libre en librerías, mirando la contraportada de los libros...
    Una vez más nos parecemos.
    Un besazo a las dos.
    ;)

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  9. Has hecho sonreir a mi corazón!!
    Una de las virtudes que más admiro es la capacidad de desplanear lo planeado sin mal humor.... y tu sabes mucho!

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  10. Ana,

    A mí me gustan las sorpresas, esas que preparas, diseñas, planificas; de hecho disfruto preparándolas, lo paso pipa…pienso en los sorprendidos y en lo que disfrutarán, intento ser imaginativo y estiro, estiro…para los regalos me pasa lo mismo, pienso busco, y si puedo fabricar mejor que comprar, aunque ¡tampoco soy una rata! Mi viaje ideal es aquel que me dicen: “cierra los ojos” y ¡de repente aparezco en sorpersolandia!

    Me muero si me estropean las sorpresas, he de aprender a poner la buena cara de la que habla modesitino, ¡y tanto que he de aprender! A veces improviso, raudo veloz, la mente corre más rápido que la mismísima luz…auque cuando ya has filmado el día en tu cerebro, basta una llamada para estropear el guión, y entonces se me tuercen hasta la orejas… pues eso ¡a otra cosa mariposa!…ea! ya he contado demasiado, que tú con lo pilla que eres capaz de descubrir lo que hay en el pastel sin antes apagar la velas.

    Un beso a la diminuta…precisamente este: “SMuaCK” cuando te mire por encima del hombro y tú estes sentada frente al ordenador, valeee otro para ti, pero este: “smUAck”

    ¡(inbadem)!

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  11. Ana... guapa... Y Anita rompiendo los planes. Pero es que es así. Ya no hay planificación posible, hedbana. Ni la hay porque son personitas. Y visto lo visto... mejor coger el palo por la punta amable. Amable de amor, de digno de ser amado,como este pequeño tesoro a quien le dedicas tu blog.

    Eres un cielo...

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  12. ...aunque tu no sólo sorprendes sino que además eres buena, recibes algo inesperado y contestas regalando.


    "This life, this life and then the next
    With you I have been blessed
    What more can you expect"

    Como canta tu gran amigo Bruce (se agradece la dedicatoria)


    Como Dios te bendice con ella,
    (tu Diminuta)
    en esta vida y la otra
    ¡que más puedes esperar!

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