WILD IS THE WIND


Hoy algo termina. Nada nos pertenece, esas miradas hoy están, nos acompañan, y un día, desaparecen. De todas esas presencias, queda la resonancia del momento en que habitaron y acompañaron nuestra risa, nuestro llanto, nuestro vivir. A veces dejan de estar presentes de una manera firme, corta y rotunda. Otras... otras no. El olvido se produce después de una larga despedida entre silencios; llegamos al adiós sin ser conscientes de que eso único de nuestra vida se va, que se alza en su vuelo libre hacia otra mirada, hacia otro tiempo, hacia otras estancias.

Queramos o no, todo termina. Principio y fin. Presente y recuerdo. Conscientes o no, seguimos caminando, nos lanzamos de lleno en las pequeñas cosas del día a día, y también con las grandes. La vida sigue con su latido inteligente, con su ruido. Y de repente un día, en un segundo, un color, un olor, un sabor, abren ese recodo de la memoria que ha recogido cual película aquel instante en que fuimos esencia. Ese instante que nos hizo ser, que nos dio la medida de lo que nuestra alma nítidamente es. Y recuerdas, y te balanceas en el recuerdo. Y sonríes para ti mismo. Y te dejas llevar un rato.

Volvemos a empezar todos los días. Parece todo olvidado, pero no, siempre recogemos todo aquello que nos sirvió de sustento para no caer del todo, para poder reír a fondo, para poder sujetar la mirada de nuestros ojos en aquel presente, mirada que nos revela fielmente. Rcogemos lo vivido, y lo colocamos en esa estancia, tan infinita, tan solícita a ser encontrada. Ahí somos. Habitamos fieles en la memoria. Y hoy, en que retorno a lo de siempre cuando ya todo es tan distinto, me acuerdo de todas las despedidas, de todos lo tiempos que habité, de todas las lágrimas y risas que viví. Y pensé en los finales de mi tiempo, en esas despedidas que ya no descansan en la posibilidad del reencuentro, en esa finitud rotunda. Y...

Hoy, en que algo comienza y algo se termina, regreso a la inevitable persistencia de la memoria. Paseo por sus estancias, por muchos de sus recodos. Y puedo sentir el equilibrio. Hoy sé que es adiós. Y sé que también es principio. Y que el susurro del futuro me tiene en sus manos, y que no hay voluntad, que sería una locura no dejarse llevar por el viento.


Imagen: pintura de J.L. Quereda.

14 comentarios:

  1. Nunca supe despedirme.
    Ni dar un pésame.
    Ni decir adiós.
    ...
    La vida te obliga a aprender, y tú te resistes.
    Creces, y algunas cosas te niegas a aprenderlas, no te gustan.
    ...
    Concluyes que en algunos aspectos no has madurado. Y te rebelas.

    Imposible decir adiós.
    Imposible decir "te acompaño en el sentimiento".

    Así que miras tus manos, las mueves, dejas que hablen por tí, acaricias al ser querido que dejas, abrazas al amigo enlutado.
    Sin palabras.

    Y luego, cuando arrancas el coche y coges la autovía del día a día...
    Rompes a llorar.
    Porque lo necesitas.

    Par mí ser adulto ha significado rebelarme con las despedidas, encabritarme con los duelos, sufrir con la sonrisa en los labios, controlarme en público.

    Y no permitir que me vean llorar.
    ...
    Tengo que aprender todavía muchas cosas.
    E inventarme los trucos que nos ayudan.
    Entre el destino y el pasado, nos movemos con cierta torpeza.
    Pero nos movemos.

    ResponderEliminar
  2. Driver... ser adulto es haber habitado muchas despedidas sabiendo que al final, podrás sonreír. Pero no siempre somos adultos aunque cumplamos años. Y nos cuestas sonreír...

    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Volvemos a empezar todos los días. Pero no empezamos con el contador a cero. No empezamos vacíos. Pero eso no es malo. Para no repetir esas cosas que al final del día nos hacen sentir mal. Para poder repetir esas que nos hacen sentir tan bien. Para seguir teniendo esperanza. Besos Ana!

    ResponderEliminar
  4. Mucho me parece que en la vida que se lleva hoy, todo tiende a acentuar la soledad. Cuando más densa es la población, cuanto más cómodas y fáciles son las comunicaciones y cuanto más hacedero es el trato entre personas, tanto mayor es la soledad y más notoria la situación marginal.
    Buenas noches.

    ResponderEliminar
  5. La verdad que siempre se comienza algo nuevo... cuanta verdad encierras en tu escrito.. La vida continua.


    Un abrazo con mis saludos fraternos
    Que tengas un buen fin de semana...

    ResponderEliminar
  6. Un dia hechas la vista atras y recuerdas. Parece que fue ayer. Despues de tantos años no somos tan distintos en nuestra esencia, pero si mucho mas ricos en matices.

    Brindo por no olvidar, brindo por cada uno de los momentos que nos han forjado como a fuego, y brindo por todas las puertas que nos quedan por abrir y por las que no abrimos. Seguimos caminando.

    Al final estaremos desnudos, llenos de cicatrices, pero podremos reconocernos en el espejo de nuestros recuerdos y saber que siempre fuimos fieles a nosotros mismos.

    ResponderEliminar
  7. A la mañana siguiente te levantas.
    Pones la canción del bogui ése.
    Y como no sabes inglés te inventas una letra.

    "Amor, amor, amor.
    Tu sonido se escapó para siempre.
    Ni una carta, ni un beso.
    Ni un suspiro, ni un abrazo.
    ...
    Tu recuerdo se lo lleva el viento.
    Tus palabras ya no suenan.
    Y mi corazón sangra.
    ...
    ¿Crees que estoy triste?
    Te equivocas.
    Tengo el recuerdo.
    Ése es mío y solo mío.
    ...
    Mi mente sueña con lo mejor que vivimos.
    Con las tardes de risas.
    Amaneceres blancos.
    Noches de estrellas.
    ...
    Y ahora que lo pienso.
    Nunca dejaré de quererte.
    Pues lo bueno que fue,
    la belleza que trazamos.
    ésa,
    siempre me la devuelve el viento.
    ...
    Siempre me la devuelve el viento."

    ResponderEliminar
  8. Buen sábado a todos. Es cierto, Rocío, nunca volvemos a empezar partiendo de cero. Se empieza sin más, con las alforjas que te tocan.

    Ginesillo, sí, la soledad ha de ser conquistada en este mundo tan comunicado y rápido. Aún así, no está mal... al menos eso me parece. Eso sí, cuando esa situación de convierte en marginal, es un dolor; y supongo que sería inevitable que no doliera...

    Adolfo, la esperanza, ahí, en cada momento en que nos decidimos a comenzar algo nuevo... cada día... ahí... la esperanza con toda su tenacidad para que no caigamos del todo. ¿Tedrán relación esperanza y memoria?... Yo creo que sí.

    Reconocernos en el espejo de la memoria... sí Alfonso... ese que nos dirá siempre fielmente quiénes somos...

    ... Driver... chula la canción... eh?, eh?, eh?... que sé que llevas tarareándola desde ayer... ;)) Y sa sabes, espero palabras tuyas.

    Gracias. Que sea un descansado sábado. Saludos

    ResponderEliminar
  9. Curiosas palabras..., pero sigo viendo soledad en todo esto.

    Buenas tardes, me voy a recoger castañas al parque que hay frente de mi casa.

    Septiembre.

    ResponderEliminar
  10. Has puesto una canción que siempre ha significado mucho para mí. Una canción que arrastra mis sentidos como un viento salvaje entre sonidos de mandolina. Un viento que nos recuerda que, como decía el poeta, todo pasa y todo queda. La memoria es nuestra única patria, donde todo vive, siempre.

    ResponderEliminar
  11. Ginesillo... la soledad... habitada y sin habitar. Patria y exilio.(...)

    Otoño y castañas. Olor a infancia. Seguro que es una estupenda tarde hoy... Saludos. ;)

    ResponderEliminar
  12. NoSurrender, me alegra que te haya arrastrado esta canción hasta esa patria de la memoria, especialmente en estos días, en que tienes recién estrenado el número de años sentidos. Y porque aún nos queda todo un mundo por percibir, a pesar de la memoria.

    ;))

    Besos.

    ResponderEliminar
  13. Anita... buenas explicaderas las tuyas.¿Tú recuerdas una vez que hablábamos (escribíamos) sobre el perdón? Yo decía que no existe el olvido... que todo lo vivido queda empaquetado en algún lugar de nuestro recuerdo... y un día...un día cualquiera... una imagen, un olor, una escena... vuelve a abrir el paquete. "Vivir es ver volver" y ver ahora y proyecyarnos en lo que aún no sabemos.

    El tiempo sanea el recuerdo y lo hace más dócil, menos amargo, más tierno. Ahora, que tengo más pasado que futuro, algunos recuerdos me hacen llorar... lágrimas dulces que iguen limpiando... aneando lo que fue y no se ha ido.

    Lo explicas tan bien, Ana...

    Besos.

    Menudo retraso el que llevo, prolífica Ana.

    ResponderEliminar
  14. Susni... vivir es ver volver... lágrimas y risas.

    Yo a veces me imagino la memoria como una atalaya, como una cima que al descubrirnos el espectáculo desde su altitud nos compensará de la fatiga del camino, del cansancio de haber vivido, y que fundamentalmente nos regalará una sonrisa serena. Una atalaya esa memoria, a la que algunas veces cuesta mucho subir... Y me ha gustado lo que ha dicho NoSurrender, la memoria como única patria. Allí, donde se encuentra fielmente la persona que soy.

    ResponderEliminar