INQUIETUD


Vivir es buscar, dejarse llevar por los múltiples despistes que nos han llevado a otro camino, analizarlos detenidamente por inesperados, también por sorprendentes, y atravesarlos conscientemente. Vivir es admitir el error de lo que una vez quisimos con tanta conciencia, es admitir la libertad de nuestra voluntad equivocada. Vivir es embarcarse amablemente a pesar de las intemperancias de nuestras vidas. Es también apalancarse en esos instantes de equilibrio vividos con esa mezcla extraña que le dan el vértigo y la quietud.

Vivir es un viaje. El viaje hacia el que navegas desde tu libertad. Despistados o no, estamos donde hemos elegido estar.
No es fácil viajar, tampoco es fácil vivir. Y sin embargo, no podríamos prenscindir de ninguna de las dos cosas no siendo a costa de quedar instalados en el gris. Aún así, tarde o temprano buscamos, o nos llega sin buscarla, una ráfaga de color que acaba desequilibrando el escenario. Inesperadamente, todo cambia de significado. Entonces es cuando enciende motores la voluntad. Y un día, de repente, te encuentras en un lugar desconocido; ese lugar al que necesitabas llegar, pero eso a priori no lo sabes. Tienes que recoger la vela de tu barco, dejar que la marea te meza, y volver a calzarte las botas. Más adelante ya se verá y se perfilará el tiempo con su significado, con ese significado que tienen las cosas exactas. Sabrás en esos momentos el verdadero contenido de tu nombre.

Sucede a veces. Pero para ello hay que saber qué intemperancias merecen la pena ser vividas. Y vivirlas a pleno pulmón, a pesar del abismo, a pesar de ese desconocimiento del lugar en el que al final nos encontraremos.



7 comentarios:

  1. Entonces, ¿crees que vivir consiste en embarcarse y dejarse llevar por la brisa del mar, o agarrar con brío el timón y cuando la corriente te quiere llevar, remar con fuerza en dirección contraria? Yo es que siempre he sido del gremio de las inconformistas...

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  2. Vivir es buscar, es ser actor, no espectador, y remar con fuerza, pero también... digo yo... es ese dejarse llevar un poco, amablemente, por esa inconformidad... no estar todo el día peleando... dejarse contagiar por algunos momentos y poder decir...

    ... YA ME LO PENSARÉ MAÑANA!!!!!

    Lo que es ya más difícil, es saber qué inconformismos merecen la pena... en fin. Lo intentaremos al menos...

    Un besote princesa del guisante!!!

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  3. Yo siempre recuerdo la frase de una peli: "Vivir es sentir... sentir la vida hasta quemar la piel..."

    Más o menos...

    En fin da para mucho...lo de la incorformidad... porque poco inconformismo puede mostrar(en estos tiempos de crisis) quién tiene que trabajar 10 horas(en call center, en unos grandes almacenes,etc) para dar de comer a sus hijos.

    Yo sí claro... tengo un trabajo que me da para vivir holgado y tiempo... para ser inconformista.

    Un beso grande

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  4. Pienso, Ana, que vivimos el hoy... remando. Pero, como bien dices , no sabemos dónde nos lleva el viaje. Y a veces remamos a contrapelo. Otras volcamos...porque nos equivocamos. Forma parte de la ruta. Sería pretencioso creer que todo está atado.

    Precioso post, Anita.

    Bsssssssss

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  5. Qué cierto Santa... la inconformidad tiene presencia según en qué circunstancias... no es nada fácil serlo a veces. Un abrazo.

    Sunsi... nada está dicho, aún nos queda mucho por hacer. Y volcaremos a saber cuántas veces más... ainsss. Un beso.

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  6. Vivir en gris es fácil, apenas hay contrastes, muy ligeros matices. Es cómodo.

    Vivir en colores puede ser armonioso...o un caos fovista. Pero merece la pena, porque la Vida es de color.
    (Todo es de color, que cantaban Lole y Manuel).

    Saludos, Ana.

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  7. Saludos Javier, yo también brindo por los colores, siempre. Y afortunadamente, aunque a veces no los busquemos, ellos nos sorprenden... Que sea un final de domingo sonriente (no me gustan las tardes de los domingos nada... en fin). Un abrazo.

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